Para que el operativo sea posible, la universidad acondicionó sus instalaciones colocando puestos fijos en uno de sus ingresos, sin interrumpir la normalidad de la cursada presencial, ya que los estudiantes que realizan prácticas entran por otro de los laterales del edificio.

Según informaron desde la institución, los insumos y personal de salud son aportados por el Gobierno, mientras que la universidad está a cargo de «la organización y puesta a punto de los stands mediante el trabajo de docentes, no docentes, voluntarios del Instituto de Ciencias de la Salud y de la Dirección de Infraestructura de la universidad».

Fabiana Acevedo, coordinadora del operativo, explicó: «La semana pasada vacunamos adultos mayores de 70 años; y estos días continuamos con el personal de salud», y aclaró: «La gente que estamos recibiendo es la que se anotó previamente en la web de vacunatepba.gba.gob.ar durante los meses de diciembre y enero», contó.

Asimismo, detalló que «la posta de la UNAJ cuenta actualmente con 500 vacunas de Oxford y en pocos días estarían recibiendo la dosis Sinopharm de China». En este sentido, indicó: «Todas las vacunas son diferentes, por eso mismo, el personal se capacita todas las semanas».

El protocolo es ordenado, la universidad recibe alrededor de 25 personas por hora, que se acercan con turno previo. Asimismo, la seguridad de la universidad es muy estricta, no cualquiera puede acceder sin anunciarse con la custodia, y la entrada se encuentra vallada y con una barrera.

En primera instancia, el ciudadano que ingresa a vacunarse es recibido por el personal de registro que le solicita los datos. Luego, otro equipo se encarga de tomarle la temperatura y colocarle alcohol en gel. Una vez atravesada esa primera parte, aguarda el llamado del equipo de salud para recibir la vacuna en un lugar de espera, bajo techo, con sillas y supervisado por los voluntarios para que se cumpla la distancia social. Finalmente, al ser aplicada la dosis, permanece media hora en observación. Cumplido ese plazo se le brinda el certificado correspondiente y puede regresar a su domicilio.

Hay que destacar que en cada uno de esos puntos se cumplen todas las medidas de bioseguridad correspondientes y se cuenta con las condiciones de refrigeración adecuadas para la correcta conservación de la vacuna.

«Es una jornada histórica, le estamos poniendo el corazón», expresó Acevedo y siguió: «Recibimos afecto de los abuelos de 70 años, nos agradecieron. Fue muy hermoso». Por último, agregó: «Es emocionante estar colaborando en esta campaña y saber que estamos ayudando a muchas personas. Íbamos a estar en la escuela Nº 23 de Florencio Varela, pero como comenzaron las clases, nos trasladamos a la UNAJ y eso sumó un montón, estratégicamente está bien ubicada y permite el fácil acceso a las personas».

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