La panadería Fra Noi sufrió un robo en sus instalaciones de la calle 14 y 143. El sujeto cuyo rostro fue tomado por las cámaras internas de la sucursal fue difundido por las redes sociales mientras «cumplía su cometido» con total tranquilidad. Estuvo adentro unos treinta minutos que le sirvieron para realizar un desmadre.
Ocurrió minutos antes de las 12 de la noche que el malhechor rompió el vidrio y por un pequeño orificio ingresó al local. «Se ve que se lastimó porque había sangre por todos lados. El agujero era tan chiquito que nadie sabe cómo pudo pasar, además estaba a más de un metro del piso, por lo que le debe haber costado bastante, pero una vez adentro hizo lo que quiso», comentó uno de los encargados.
Afuera, suponen, lo esperaba un cómplice, ya que mientras desvalijaba el lugar iba llevando todo hacia el exterior. Se alzó con 2 balanzas, el cambio que quedaba en la caja registradora para iniciar el día, golosinas, chocolates, un tarro de dulce de leche y varias docenas de empanadas.
«Hubo que realizar una profunda desinfección en el lugar y tirar todo lo que había, porque tocó todo y abrió todas las heladeras para elegir qué llevarse», contaron los empleados.
En la grabación incluso se ve cuando pasa un patrullero que ni se percató de lo que estaba sucediendo adentro y continuó con su recorrido.
La sucursal abrió en el 2015 y es la primera vez que sufre esta clase de delitos. Empleados del mostrador y trabajadores de la cocina fueron los primeros en llegar y comprobar el desastre que dejó. De inmediato llamaron a los encargados que radicaron la denuncia respectiva y aportaron las imágenes registradas por la cámara, que son sumamente nítidas y comprometerían al sujeto que está sin barbijo. Sin embargo, aun no tienen novedades y desde la comisaría primera manifiestan que «están «investigando».
Fra Noi tiene su casa central en Ranelagh, sobre avenida Eva Perón, que sí tuvo antecedentes en hechos de inseguridad; el último, en 2018, fue similar a este, ya que entraron forzando la puerta y se llevaron todo lo que estuvo a su alcance: balanzas, comida y hasta las cámaras.
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