Es a raíz de la presunción que pesa sobre el cura Fernando Papa, quien fue imputado por el delito de encubrimiento en el caso que investiga las muertes y desaparición de Lucas Escalante y Lautaro Morello.
Durante el allanamiento se le incautó al cura Papa dos teléfonos. En ese marco, se supo que Ichazo, a cargo de la causa, sospecha de un vínculo estrecho entre el sacerdote y el comisario Francisco Centurión, por lo que se sospecha que el primero colaboró con el segundo prestándole su auto y su teléfono luego de que el comisario fuera allanado por la PFA en repetidas ocasiones antes de su detención.
Según dejaron trascender, Papa se convirtió en sospechoso luego de varios testimonios que lo apuntaban principalmente por su tarea pastoral en la Policía Bonaerense. Además, se sospecha que el cura borró todo el historial de mensajes y audios de WhatsApp enviados por Centurión en su teléfono.
Al declarar en la causa como testigo la semana pasada, Papa, que conoció al comisario años atrás a través de su tarea pastoral en la Policía Bonaerense, dijo “no recordar con quiénes se comunicaba Centurión”.
Cabe recordar que en las últimas horas, Ichazo elevó a juicio la causa, en donde acusó a Cristian y Maximiliano Centurión de haber matado y calcinado a Lautaro y de haber mantenido cautivo a Lucas, mientras que al comisario Centurión no lo acusa del crimen de Lautaro, pero sí del secuestro de Lucas y, eventualmente, de haber sido quien lo asesinó para darle impunidad a su hijo y a su sobrino.
En el requerimiento, el fiscal solicitó al juez Diego Agüero, titular del Juzgado de Garantías 6, que los tres imputados sean sometidos a un juicio por jurados en un futuro debate en los tribunales del Departamento Judicial de Quilmes.
Para Ichazo, el 9 de diciembre de 2022, Cristian y Maximiliano Centurión “estrangularon y propinaron golpes a Lautaro Tomás Morello, con claras intenciones de darle muerte, provocándoles múltiples heridas en su cráneo y mandíbula, causándole finalmente su óbito por estrangulamiento (…) para luego disponer del cuerpo del mismo, e incinerar sus restos, en una zona rural a los fines de deshacerse de las evidencias del delito”.
En tanto, junto al comisario mayor Centurión, se les imputa que el 10 de diciembre del año pasado, en el domicilio del policía “ejerciendo violencia privaron de su libertad a Lucas Escalante”, a dónde había ido junto a Lautaro engañado por Cristian, quien le había prometido que le iba a entregar vales de nafta que estaban destinados a patrulleros.
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