En una recorrida por los grupos de compra y venta Facebook llama la atención (o no tanto, en realidad) la cantidad de bicicletas de alta gama que son ofrecidas a precios asequibles. Se trata, claro está, de bicicletas que fueron robadas, muchas de ellas marcadas con la sangre de sus propietarios. Por ejemplo, una bicicleta Avalanche GT, cuyo precio de mercado ronda de los 150 a 160 mil pesos, fue robada a finales de noviembre de un domicilio particular en Berazategui centro. En publicaciones de las redes sociales, este tipo de rodados se ofrecen a 60 o 70 mil pesos, aunque las hay también por menor valor. Un mes antes, otro ciclista denunció el robo de su bicicleta tipo rutera marca Trinix, que en el mercado oficial ronda los 120 mil pesos, pero que en el «mercado negro» se consigue casi a un cuarto de su valor.
«Puede decirse que existe un mercado negro imposbile de mensurar en las redes sociales, sobre todo en los grupos de compra y venta de Facebook, pero también en MercadoLibre», indica Ruben Borda, ciclista de Ranelagh que rastrea bicicletas robadas ofrecidas en internet. «La realidad es que la gente que compra ahí no pide papeles, pero sabe implícitamente que está comprando algo que fue robado. Mientras que para quien pierde una bicicleta de estas es imposible volver a comprarla en el mercado oficial, por lo que muchas veces tiene que caer en comprar robado. Nosotros tratamos de concientizar en que la gente no compre robado, pero se hace difícil, más cuando en Facebook ofrecen bicicletas a un cuarto de su valor».
Los robos suelen ser muy violentos. En algunos casos, como el del ciudadano armenio Dmitri Armiyan, que salió a pasear en bicicleta por Retiro y fue asesinado, esos hechos terminan marcados con sangre. Tal es el caso que ocurrió el pasado fin de semana sobre Camino General Belgrano, a la altura del Parque Pereyra, cuando delincuentes armados robaron tres bicicletas a un grupo de cuatro ciclistas, uno de los cuales recibió un machetazo en su mano izquierda. «Las modalidades son varias, roban en los domicilios, en las calles, con gente o sin gente, hay muchos casos lamentablemente», relata Héctor, del grupo Bera Bikes, que suele organizar salidas en grupos por la región. Efectivamente, cuando uno pregunta entre los ciclistas si sufrieron algún hecho de inseguridad o conocen a víctimas de robos, los testimonios se multiplican en segundos. Casi todos han vivido una situación de estas y han sido despojados de sus bicicletas.
El aumento de los robos y el creciente uso de las bicis (así como también de su valor) ha hecho que distintas aseguradoras comenzaran a ofrecer la posibilidad de proteger los rodados. Así, es posible contratar seguros por robo, daños, responsabilidad civil y hasta accidentes personales. Por ejemplo, asegurar una bicicleta de 120 mil pesos con dos meses de antigüedad puede costar entre 1.500 y 2.200 pesos por mes dependiendo la aseguradora. «Es una herramienta por la que muchos están optando ante la creciente ola de robos. Hay que pensar que las bicicletas cuestan mucho dinero y que te la roben es un golpe durísimo al bolsillo», explica Borda.
En cuanto a las zonas más «calientes», tal y como las definen los propios ciclistas (en base a los testimonios y denuncias de robos) están la Municipalidad de Berazategui, Plátanos, Villa España y, por supuesto, las inmediaciones o el interior del Parque Pereyra Iraola, lugar de paseo predilecto y donde suelen encontrarse decenas de ciclistas. Es que, pese a que uno podría suponer que el hecho de que haya muchos ciclistas ahuyentaría a los delincuentes, la impunidad con la que éstos últimos se mueven ya no llama la atención. La falta de controles y de prevención por parte de las autoridades de seguridad del municipio y de la Policía son una invitación a que los robos proliferen, dejando expuestos a los deportistas. «No tenemos protección de nadie», asegura un ciclista que prefirió el anonimato. «Intentamos salir en grupos para estar más protegidos, pero ¿Qué podés hacer cuando te apuntan con un arma de fuego o te amenazan con un machete? No mucho», se resigna.
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