La jefa de servicios de trasplante renal, Silvia Dipietrantonio, indicó: «En Argentina está permitida la donación de órganos entre familiares hasta el cuarto grado de consanguinidad. Los amigos necesitan de una autorización judicial, como sucedió en este caso, para evitar que sea un caso de tráfico de órganos y confirmar que la donación se está realizando voluntariamente».
Los amigos habían hecho un pedido de la justicia y después de dos años les fue otorgada la autorización para que se realice la intervención en «El Cruce”.
El paciente relató públicamente que «hace cuatro años me estaba realizando diálisis» y que cuando su amigo se ofreció para ser un donante «se emocionó por completo». «Varias personas quisieron donar, pero por diversos motivos no pudieron y lo que hizo Valentín es grandioso».
«Todavía no puedo creerlo, cada día que pasa es increíble. Estoy agradecido al equipo del hospital El Cruce y, principalmente, a mi amigo, que es la persona con el corazón más grande del mundo; porque el proceso para llegar al trasplante es muy largo y tuvo que dejar muchas cosas de lado para salvarme la vida. Tuvimos que pedir un permiso judicial y durante un año y medio hicimos diversos estudios. Se lo voy agradecer toda la vida», expresó José.
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