Mario Maldonado fue designado para el juicio contra Zanchetta por el delito de “abuso sexual simple”, agravado por la envestidura de ser un ministro religioso, en perjuicio de dos seminaristas. Uno habría sucedido en la casa sacerdotal de la iglesia San Antonio y otro en Los Toldos. La escala penal en este caso va de 3 a 10 años de cárcel.
Más que por sus funciones o méritos pastorales, el ex obispo cobró notoriedad por sus intempestivas actitudes. En agosto de 2017 sorprendió con su renuncia como obispo de Orán, a los 53 años, alegando problemas psicológicos y una profunda depresión, aunque su entorno lo negó y hablan de otras «cuestiones». Por el momento el Vaticano lo suspendió y lo apartó del cargo de asesor de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica, en Roma, cargo que le habían asignado, mientras se investigan las denuncias en su contra.
Zanchetta nació en Rosario, el 28 de febrero de 1964, y estudió en Córdoba. En su adolescencia integró la Juventud Franciscana e, incluso, prestó servicios como bombero voluntario en La Cumbre. En esa ciudad cordobesa fue postulante y realizó el noviciado de los Franciscanos Capuchinos, pero dejó la Orden antes de realizar la profesión de votos perpetuos. Luego, radicado en Quilmes, ingresó en el seminario de la diócesis y en 1991 fue ordenado sacerdote por el obispo Jorge Novak.
En Quilmes se desempeñó como vicario de la Catedral y párroco de San Francisco de Asís, de Berazategui. Entre septiembre de 1998 y junio de 2000 realizó estudios de especialización teológica en el Pontificio Colegio Pio Latinoamericano de Roma y tras su regreso al país, fue vicario episcopal de Asuntos Económicos en la diócesis de Quilmes.
Luego, durante la Jornada Mundial de la Juventud de 2013, que el papa Francisco presidió en Río de Janeiro, se conoció su nombramiento como obispo de Orán, una región salteña marcada por la fuerte presencia del narcotráfico y la pobreza, entre otros fuertes desafíos pastorales. El problema es que durante los cuatro años que pasó en Orán enfrentó acusaciones por comportamientos de carácter autoritario y no fue hasta hace unos meses que salieron a la luz las denuncias por abusos sexuales.
Una de las novedades de su ejercicio pastoral fue la creación de un seminario en la diócesis, donde habrían surgido las acusaciones que ahora dieron lugar a la investigación del Vaticano. El seminario fue cerrado luego de su renuncia y alli nacieron todo tipo de inquietudes por constantes desmanejos de fondos, y una contaduría que tiene muchos puntos sin aclarar.
Llamaba la atención que su salida de Orán fuera tan repentina. Solo hizo pública su carta de despedida y, sin esperar la respuesta del Papa, se mudó a Corrientes, hasta que dos meses después viajó a Madrid. Entonces había trascendido que su relacion con el clero de la diócesis salteña eran mas que difíciles y se especula con que Francisco ya conocía las denuncias contra Zanchetta, lo que llevó a su relevo inmediato. Lo que no queda aun muy claro es la razón por la cual el Vaticano lo designó meses después asesor de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica, una oficina dirigida por el obispo italiano Nunzio Galantino, que se ocupa de la custodia de unas 5000 propiedades que pertenecen a la Santa Sede.
Sobre Zanchetta pesa la denuncia de varios fieles de la Diósesis de Quilmes, que hablan del abuso de poder tras su paso por este lugar. El pedido fue elevado al propio Papa y allí constan las experiencias de numerosos colaboradores. Dicha petición fue hecha por el doctor Santiago Spadafora (representante Legal del Instituto Manuel Belgrano de Berazategui por 27 años), y publicada en el portal change.org, una plataforma de peticiones de casos de todo el mundo, cuando Zanchetta fue elegido para ocupar tan importante cargo en Oran.
En el pedido, el reconocido médico rescató el «jubilo» que le provocó la designación de Bergoglio como Papa. «Las personas que hemos nacido, crecido y desarrollado importantes roles en el seno de la Iglesia hemos recibido con enorme júbilo y esperanza vuestra designación como Papa y vuestros primeros gestos en el pontificado. Máxime frente al profundo desánimo que tanta veces nos ha embargado al ver como demasiadas veces desde la propia Iglesia, y más dolorosamente desde la Jerarquía Católica, se continua crucificando a Jesús en el prójimo». El galeno agregó que esta la necesidad de los catolicos de “evaluar” «a quiénes elige el Papa como Obispos».
«Es en este sentido que baso mi humilde pedido al Papa Francisco: que se revise la designación del Presbítero Gustavo Oscar Zanchetta como Obispo de Orán (Provincia de Salta, República Argentina)» indicó Spadafora y fundamentó su pedido «no sólo en el conocimiento personal que tengo del caso, sino en el conocimiento que tiene todo el clero del Obispado de Quilmes, acerca de los innumerables anti-testimonios Cristianos que ha cometido dicho sacerdote y que han escandalizado a numerosas familias de la Diócesis».
El propio Spadafora preguntó en la misma carta enviada al Vaticano, «porqué se ha designado al Presbítero Gustavo Oscar Zanchetta como Obispo de Orán, habiendo una objeción por parte de quiénes fueron consultados oportunamente en las tramitaciones formales» y varias personas de la Diócesis de Quilmes «han padecido su abuso de poder tanto como Representante Legal de las Escuelas Episcopales como Vicario Económico».
De acuerdo a lo establecido por el propio Spadafora, «el actual obispo de Quilmes monseñor Carlos José Tissera, tuvo que separarlo de todos los cargos Diocesanos que el Presbítero ostentaba: Vicario de Asuntos Económicos, Representante Legal de todas las Escuelas Episcopales, miembro del Colegio de Consultores Diocesanos y miembro del Consejo Presbiteral Diocesano»
«Facilmente usted puede confirmar todas las afirmaciones que en la presente carta enuncio. Como comprenderá, a todos aquellos que hemos sufrido persecución de parte de Gustavo Zanchetta, su Ordenación Episcopal nos genera un enorme dolor. Es una bofetada de parte de quién menos lo esperamos y un escándalo más de la Iglesia Católica. Quien suscribe puede decirlo sin temores ni tapujos por cuanto sobrellevo una causa penal sustanciada a partir de una acusación (falso testimonio) perpetrada en mi contra por Gustavo Zanchetta, sólo por el hecho de haber resistido a su abuso de poder. Acusación infundada e injusta que el actual Obispo de Quilmes reconoce y se ha comprometido a revertir» esgrmió.
Por lo que se sabe Spadafora fue apartado de su cargo, despues de casi 3 decadas, por causas que aun investiga la justicia. «Zancheta comenzó a perseguirme en el 2009 y promovió mi despido. Ademas me hizo una falsa denuncia solo porque me opuse a una serie de lamentables decisiones tomadas y transmitidas por escritorio» advirtió el médico que ya le había enviado constancias de lo sucedido al entonces cardenal Bergoglio.
«Zancheta no me perdono que me opusiera a derivar coercitivamente fondos de la escuela subvencionda en un 100 por ciento por el Estado provincial para el sosten de actividades diocesanas y pastorales cotidianas» explicó. Además confió que «su represalia se debió a mi rechazo a las instrucciones de no pagar el servicio de agua corriente a la municipalidad de Berazategui, como lo hacen otros establecimientos educativos y de seguir en las escuelas diocesanas un procedimeinto coercitivo para la cobranza de aranceles a los alumnos morosos y discriminatorio para la inscripción de dichos alumnos a través de la confección de listas negras «.
La lista de testigos que acompañarían a Spadafora en el juicio contra Zancheta incluyen a Carlos Tissera, y su antecesor Luis Stockler, el vicario Carlos Abad y el contador de la Diócesis, Luis Albetton.
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