Los resultados de la investigación demostraron que su patrón alimentario está alejado de las recomendaciones de consumo de las Guías Alimentarias para la Población Argentina (GAPA) y se consume solo el 20% de las cantidades recomendadas de frutas y verduras.

El objetivo de la investigación fue caracterizar el patrón de consumo de alimentos y el estado nutricional actual en la población de los menores en el país, y describir en profundidad las inequidades que existen al momento de consumir diferentes tipos de alimentos. Para ello se tomaron los datos de la Encuesta Nacional de Nutrición y Salud (ENNYS 2018), de la Encuesta Mundial de Salud Escolar (EMSE 2018) y, para analizar los cambios en la relación entre estado nutricional y la situación socioeconómica, se realizaron dos cortes transversales de la EMSE (2012-2018). Los resultados principales del estudio señalan que:  Los niños, niñas y adolescentes consumen en promedio apenas el 20% de las cantidades recomendadas de frutas y verduras.

De acuerdo a lo expresado por la entidad, «los productos ultraprocesados son la base de su alimentación, representando más del 35% del aporte calórico diario. El elevado consumo de estos productos se observó en toda la población infanto-juvenil». 

Y advirtieron que «la malnutrición por exceso se asocia a la pobreza en adolescentes de 13 a 17 años». Además, sostienen que los adolescentes «de hogares de nivel socioeconómico más bajo tienen 58% más probabilidad de malnutrición por exceso respecto a los adolescentes de hogares de nivel socioeconómico más alto». «La malnutrición por exceso en adolescentes está en aumento en todos los grupos socioeconómicos. Entre el 2012 y el 2018 se evidenció que el aumento en la prevalencia de malnutrición por exceso fue mayor en los adolescentes de hogares de niveles educativos bajo y medio respecto al alto».

Según Unicef el objetivo del estudio es identificar los déficits y/o excesos en el patrón de consumo y «promover medidas que mejoren su estado nutricional. En esta línea, la ley de etiquetado es un gran avance y, para asegurar su cumplimiento, es necesario que el Estado asuma un rol activo en la fiscalización y en la imposición de sanciones».

Consejos para una alimentación saludable

-Es importante asegurarse que la dieta de los niños incluya una cantidad suficiente de frutas y verduras. Además, siempre que se tenga la oportunidad de conseguir productos frescos, hay que hacerlo.

-Muchas frutas y verduras, además de poder ingerirse frescas, también pueden congelarse, y conservar gran parte de su sabor y sus nutrientes.

-Si utilizas verdura fresca para cocinar sopas, caldos u otros platos en grandes cantidades conseguirás que duren más y tendrás distintas opciones para varios días. También se pueden congelar platos para recalentarlos rápidamente y ahorrar tiempo.

-Otra opción es sustituir los productos frescos por alternativas saludables, como los alimentos deshidratados o en conserva. Los productos frescos son, casi siempre, la mejor opción, pero cuando no están disponibles hay muchas alternativas saludables que se pueden almacenar y preparar fácilmente. Hay que tener en cuenta que los garbanzos, por ejemplo, en conserva, que aportan abundantes nutrientes, pueden almacenarse durante meses e incluso años, y puedes incluirlos en tus platos de diversas formas.

-El pescado azul en conserva, como las sardinas, la caballa y el salmón, son ricos en proteínas, ácidos grasos omega 3 y una variedad de vitaminas y minerales, se pueden utilizar en frío, como, por ejemplo en sándwiches, ensaladas o platos de pasta, o también añadirlos a platos calientes.

-Las verduras en conserva, como los tomates, suelen contener menos vitaminas que los productos frescos, pero son una buena alternativa si te cuesta encontrar productos frescos o verduras congeladas.

-Finalmente los alimentos deshidratados, como las legumbres y los cereales deshidratados, como las lentejas, el arroz, o la quinua, también son opciones nutritivas y duraderas que, además de sabrosas, son sustanciosas. Los copos de avena cocinados con leche o agua son una opción excelente para el desayuno, y se pueden condimentar con yogurt, fruta troceada o pasas.

-Hay que limitar al m, queso, yogur (preferiblemente,________________________________________________________________________________________________áximo los alimentos procesados y, ya que los niños necesitan uno o dos refrigerios a lo largo del día para mantenerse activos, en lugar de darles dulces o aperitivos salados, hay que optar por opciones más saludables como frutos secos, queso, yogur (preferiblemente sin azúcar), fruta troceada o deshidratada, huevos cocidos u otras opciones saludables disponibles en la zona. Estos alimentos son nutritivos, sacian más y contribuyen a crear hábitos saludables para toda la vida.

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