Salir de la crítica y entrar en la gestión

Hacedores de leyes, diputados y senadores son los responsables de debatir y sancionar las normas necesarias para que el Gobernador pueda gestionar el Estado. Esta semana, se realizó la Asamblea Legislativa que abre las sesiones ordinarias, con la palabra de Axel Kicillof. Es el momento en el que el Gobernador repasa su gestión y expone sobre lo que vendrá.
Pararse en la crítica puede resultar beneficioso cuando se busca no repetir errores o aprender de ellos. Y con ello, se necesita una mirada al futuro y una dirección clara.
Durante una hora y cuarenta minutos, el titular del Ejecutivo hizo mención a una temporada turística récord en la Costa Atlántica y otros destinos bonaerenses, lo que relacionó con el congelamiento de tarifas y del precio de la nafta; habló del programa Arriba PyMEs; el programa Escuelas a la Obra y de la vacunación contra el sarampión “casa por casa”. Celebró que hayan iniciado las clases. Reconoció la superpoblación carcelaria pero no dio pistas de cómo podría resolverse. Y se explayó con detalle sobre la deuda que tiene la Provincia con acreedores internacionales. La definió como “impagable”.
En su discurso no hubo anuncios. Hubo una referencia permanente a la “herencia” del Gobierno anterior. Para Kicillof, Vidal agravó los problemas estructurales de la Provincia. Y dejó cuentas impagas a partir de las PASO de agosto. En esta línea, señaló al modelo “neoliberal” como el principal responsable.
Casi sobre el final, el Gobernador se refirió de manera tibia a la Coparticipación Federal, de la que Buenos Aires recibe sólo el 14 por ciento cuando aporta casi el 40. Y resaltó que la Provincia concentra el 55 por ciento de la pobreza del país y un alto nivel de desempleo. Dejó en claro que el sistema es solidario y en esa línea, comparó lo que recibe la Ciudad Autónoma de Buenos Aires “donde hay jardines en las paredes” y lo que recibe la Provincia de Buenos Aires, donde hay “calles de tierra”. Fue algo intrincado el relato en este punto, pero quizá lo más jugoso del discurso: ¿habrá un reclamo a la Nación sobre la coparticipación, apuntando a la Ciudad para que resigne la suya y así debilitar a Rodríguez Larreta, una de las principales figuras de la oposición con miras a 2024?
La otra parte interesante fue la que no se dijo: no hubo menciones a la seguridad -ni a la inseguridad- y tampoco al narcotráfico, dos de los problemas que más preocupan y afectan a quienes viven en la Provincia. Atravesamos un brote de dengue. Y una epidemia mundial de Coronavirus también nos amenaza. No hubo alusión a esas situaciones.
Frente a una Legislatura atenta, ningún proyecto de ley fue anunciado. En abril debería tratarse el Presupuesto. Con una cámara de Diputados partida al medio, definen el cuórum propio dos diputados del bloque peronista “17 de Noviembre” y una diputada del monobloque FE, que necesitan ser convencidos. En el senado, Kiillof necesita acordar con Cambiemos.
Es importante conocer aquello que no dio resultado para no repetirlo. Los bonaerenses los sabemos. Y también sabemos que es indispensable conocer en qué dirección se va, a corto, mediano y largo plazo. Quizá faltó eso para encarar lo que viene.