La familia organizó una marcha y sigue reclamando prisión para los culpables.
El hecho ocurrió el 17 de julio, cuando Lautaro asistió a un cumpleaños que tuvo lugar a cuatro cuadras de su casa, en Dardo Rocha y 4. Durante la fiesta, aparentemente, el joven habría discutido con alguien y al salir del evento se volvieron a encontrar, con la diferencia que el victimario estaba acompañado por un grupo de amigos. La patota lo persiguió a Lautaro, le fracturó el cráneo con una piedra y luego lo atacaron a golpes de puño y patadas cuando ya estaba en el piso.
Además, los agresores le habrían «robado a Lautaro la campera y las zapatillas nuevas que le había comprado su familia el día anterior».
La víctima fue trasladada al Hospital Evita Pueblo, donde quedó internada. Presentaba traumatismo de cráneo, contusión cerebral y una fractura de cráneo, al tiempo que debió recibir asistencia respiratorio-mecánica, quedando en estado crítico durante 14 días, hasta que finalmente murió.
Esta semana la Policía logró la detención del segundo de los presuntos implicados en el asesinato. Se trata de un hombre apodado «Pope», cuyo nombre real es Matías Ezequiel Fernández. Según se informó, lo atraparon en calle 1149, entre 1120 y 1122, en Ingeniero Allan, Florencio Varela. Allí se presentaron los efectivos luego de varias tareas de investigación, entre ellas el trabajo de agentes encubiertos. Unos días antes, el 25 de agosto, detuvieron a Lautaro Cabral, quien fue localizado en inmediaciones de la estación Ardigó, en jurisdicción de la Comisaría 2da de Florencio Varela.
Los dos detenidos están acusados bajo la carátula de «Homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas en concurso real con robo agravado por su comisión en poblado y en banda».
De acuerdo con las fuentes, un tercer implicado en el asesinato de Lautaro fue identificado como Ezequiel Miño, aunque de momento continúa prófugo de la Justicia. Para la familia habría más personas involucradas en el ataque, «7 en total», señalaron.
«Lo único que quiero es que estos tipos estén todos presos», dijo Daniel Padín, papá de la víctima. Y relató: «Mi hijo corrió durante tres cuadras y media para evitar el ataque. Le faltaron cincuenta metros para llegar a su casa y lo derribaron con un piedrazo que le dio en el cráneo. Él entra en coma y cuando cae al piso lo patearon de tal manera que le rompen todos los pulmones y los riñones. Tuvo un neumotórax por una costilla fracturada que le pinchó el pulmón. Nunca más volvió».
«Un vecino que pasaba por la zona lo encontró a Lautaro tirado en el piso, descalzo y sin abrigo, por lo cual no dudó en avisarles. “La ambulancia tardó 30 minutos. Mi hijo luchó por su vida durante 14 días. Entró al Hospital Evita Pueblo un 17 de julio y falleció el 31 de ese mismo mes», siguió.
Actualmente, la UFI N°4 de Berazategui, a cargo de la fiscal Silvia Borrone, es quien lleva la causa que, en primera instancia, fue caratulada como “lesiones graves” y ahora como “homicidio culposo”.
Sobre la causa, el familiar de Lautaro contó: “Según me indicó la fiscalía, los cuatro autores principales están identificados. Uno de ellos es menor de edad, tiene 14 años, y está en la UFI N.° 2 de menores. Los mayores de 18 años son tres: dos están detenidos y uno de ellos está prófugo, que es hermano de unos de los que atraparon “, detalló.
Familiares y amigos de Lautaro llevaron a cabo una marcha el martes en las calles Lisandro de la Torre y Avenida 14 (Estación de Berazategui) hasta la Fiscalía N° 4, ubicada en 14 y 138, con el objetivo de seguir pidiendo justicia por Lautaro. Representa judicialmente a la familia Padín el abogado Fabián Améndola.
«Pedimos que nos ayuden a hacer notorio el caso para meterle presión a la justicia. Cuando el caso se hizo público la fiscalía detuvo a dos de los acusados del asesinato», pidió el padre.
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