«Desde el Obispado nos pidieron que solicitemos el Pase Sanitario para evitar los contagios. Claro que hay sacerdotes que están de acuerdo y otros no. La medida causó mucho debate en la comunidad, pero tenemos que acompañar la decisión del gobierno, así nos lo solicitaron desde la Iglesia», indicó el padre León Nisoria de la Parroquia Nuestra Señora de Luján, al tiempo que indicó: «entiendo que muchos lo toman como un acto discriminatorio y eso es lo que menos queremos hacer en un tiempo tan crítico como éste. Y en realidad vemos que la gente se cuida más de lo que uno piensa. Utiliza el alcohol en gel que le proporcionamos en la parroquia, se mantiene con barbijo y hasta traen sus propios elementos de higiene».
Consultados algunos religiosos sobre esta nueva polémica que ya está instalada, indicaron que «muchos párrocos no lo van a decir, pero no están de acuerdo, podremos incrementar las medidas de seguridad en contra de los contagios, pero el Pase Sanitario atenta contra la libertad de la personas», sostuvo uno de los responsables de las parroquias que no quiso ser identificado.
En el caso de Nisoria expresó que, a partir del mes de enero, la misa de las 19 horas comenzará a realizarse en el patio contiguo a la parroquia, «un espacio más amplio que incluso le permitirá a la gente sacarse los barbijos, ya que con el correr del tiempo, más que nada a la gente mayor, le impide respirar adecuadamente. Podemos estar todos bien distanciados y continuar presenciando la celebración sin riesgos, al aire libre, como indican los protocolos».
Como él otros están pensando en esa posibilidad siempre que el espacio se los permita y así evitar tener que solicitar el Pase tan polémico, aunque la mayoría no lo diga públicamente para no entrar en discusiones con la cúpula eclesiástica.
El Pase sanitario vino a sumar un debate más a este panorama bastante preocupante. Según el gobierno nacional deberá ser solicitado en todas las reuniones sociales, incluso cuando se respete el aforo. Algunos hasta sostiene que la medida «no será suficiente para parar la ola de contagios» que viene escalando fuerte en las últimas semanas, a un ritmo vertiginoso y que compromete también la tranquilidad que tuvieron durante varios meses los centros de salud.
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