Una joven profesional denunció que realizó un permiso único de circulación trucho con una hoja en blanco y que obtuvo el comprobante requerido para transitar en forma segura. Por obvias razones no expondremos su nombre, pero su relato dejó al descubierto una trama que sorprende. Mencionada simplemente como Rocío A, ella intenta descifrar qué ocultas intenciones tiene el gobierno tras las medidas que está tomando desde el mes de marzo y que dividen a toda la sociedad. Por un lado están quienes aceptan y respetan a rajatabla sus decisiones, y por el otro  los que buscan la manera de infringir las reglas para seguir con su vida normal.

«Los permisos son necesarios, pero son una verdadera truchada. Están mal planteados, están mal enfocados, mal diseñados. Creo que hay muchas cosas sobre esta pandemia que están hechas solamente para meter miedo. Siento que hay muchas cosas en donde al humano le pones una traba y no se fija si la puede saltar. No estoy hablando de una ley si se quiere. En mi caso personal, casi bromeando y por decir no pueden ser una truchada los permisos otra vez, quise probar mi teoría», describió la mujer.

«Si antes creía que eran una truchada, ahora mucho peor. No pueden estar metiéndole el miedo que le están metiendo en la cabeza a la gente…quise comprobar que el permiso es una nueva mentira y resulto que sí».

Rocío contó que hizo un permiso con todos sus datos. «Le puse el Cuil mío, pero inventé una empresa, un nombre y la nueva traba de este permiso que es  solo adjuntar una carta del empleador, un recibo de sueldo, un alta en AFIP o algo que compruebe que trabajás y donde trabajás. En mi caso adjunté una hoja en blanco y a los 40 minutos ya estaba el permiso hecho».

«En resumidas cuentas, me pasó eso y me sentí engañada y descreída. Estoy adentro  de mi casa desde el 15 de marzo, cumpliendo como corresponde lo que nos pide el gobierno, viviendo en un quirófano por las medidas de sanidad que tomo. Y estoy de acuerdo que todos tenemos que tomarlas, porque el virus existe, pero estoy en contra del miedo mediático, como un terrorismo. Siento que hay una bajada de línea y en definitiva la culpa no es del chancho sino del que le da de comer. Pero me parece que hay muchas cosas que se están haciendo mal y que si nos moviéramos desde la verdad,  todo funcionaría mejor. Obviamente en este caso particular hay muchísima gente que ya descree de todo, porque tienen mi misma postura», apuntó la denunciante.

«Hice todo bien y hace un montón de meses que no veo ni a mi mamá, ni a mi papá, ni a mi hermano. Tengo una tía de 80 años a quien tampoco puedo ver, y asi mil cosas más, pero en la calle el 80 por ciento de la gente anda con un permiso de mentira, por eso son tantos. Porque así como yo tengo un permiso trucho que esta vigente, hay muchos que hacen lo mismo», aseguró.

«Mi permiso actual dice que estoy vinculada con una actividad esencial y es una gran mentira: soy diseñadora de indumentaria, soy fotógrafa, diseñadora de imagen, soy mandataria del autotomor, esposa, hermana, hija. Para mi son todas actividades esenciales en mi vida, pero no lo son para el gobierno, claro. Yo no debería tener un permiso autorizado y me resulta una vergüenza tener un permiso con una hoja en blanco» definió.

«Al mismo tiempo- añadió- creo que hay mucha gente a la que todo esto la ha beneficiado, porque hay muchos que se están muriendo de hambre, que no tienen para comer y tienen que salir igual a trabajar. Y en una pandemia lo esencial solo tiene que ser la comida y la salud».

Rocío consideró luego que «no se puede parar un país entero. No estábamos preparados. Se planteó esta situación como si fuéramos de otro continente y no lo somos. Me parece que nada funciona como corresponde o debería funcionar, no importa quién gobierne,  porque – aclaró- no hago esta denuncia por partidismo, soy apolítica, soy un habitante como muchos. Me gradué como tenía que hacerlo e hice un montón de carreras terciarias. Me recibí de todas con el mejor promedio, no tengo ningún antecedente penal ni ningún inconveniente. Ni siquiera una infracción de tránsito. Por eso estas cosas me resultan injustas, me duelen y me indignan, como le debe suceder a muchos».

La mujer contó que «el primero de julio estaba que explotaba y mandé esta misma información a los canales y otros medios de comunicación, pero nadie lo levantó».

Rocío concluyó: «hace una semana que hay un montón de gente en la calle con un permiso trucho. Quizás de nada sirve hacerlo público hoy, porque no se puede cambiar nada. Tengo un emprendimiento de bazar con mi hermano, y mi marido vende autos, y necesitamos estar todo el tiempo en la calle y si nos confiscaran los vehículos nos cortan las piernas, porque son nuestra única movilidad, una herramienta de trabajo, dependemos de ellos. Respecto al permiso, creo que si cualquiera hubiese puesto una figurita de Messi hubiese sido lo mismo. En mi caso puse que traslado mercadería, declaré mi Sube y una empresa que no existe. Y en el certificado que te piden puse un word que mandé en blanco y hoy tengo permiso. Voy tranquila a todos lados y si algún policía quiere pedirme algo, yo puedo mostrárselo en cualquier control. Y esta todo mal. No pongo en duda el virus repito, pero no sé hasta qué punto este tipo de medidas son para cuidarnos o solo para meter miedo».

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