Así, los gremios rechazaron el aumento ofrecido por el Gobierno de un 3% para agosto y otro 2% en septiembre, cuando reclaman un 40% de suba, cifra que sostienen que cayó el poder adquisitivo desde noviembre del año pasado a partir del ballotage y la mega devaluación.

Asimismo, estos sectores denuncian que en lo que va del año perdieron otros 20 puntos de su sueldo contra la inflación. Además, tras la multitudinaria manifestación de abril, se analiza llevar a cabo una nueva Marcha Federal Universitaria para septiembre. Esta decisión tomará más fuerza si es que no hay avances en las negociaciones salariales como todo parece indicar por lo lejano hoy por hoy de arribar a un acuerdo.

Y la actual medida de protesta se suma a la que tomaron la semana pasada, que fue por 72 horas, luego de que fracasara la paritaria y considerar insuficientes las ofertas realizadas por el Gobierno. De hecho, el pasado lunes 12 de agosto, jornada en el que debía comenzar el segundo semestre, las puertas de las universidades públicas del país no abrieron ante “la indignante propuesta salarial del Gobierno”.

La medida de fuerza es además convocada desde las bases y a nivel nacional en reclamo de una recomposición salarial digna, además del pedido de un mayor presupuesto para las universidades y la restitución del Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID).

El paro que inicia este martes 20 de agosto y culminará el miércoles 21 cuenta con el apoyo de la Federación Nacional de Docentes Universitarios (Conadu), la Federación Nacional de Docentes, Investigadores y Creadores Universitarios (Conadu Histórica), la Federación de Docentes de las Universidades (Fedun), la Confederación de Trabajadores de la Educación (Ctera), la Asociación Gremial de Docentes de la UTN (Fagdut), la Federación Argentina del Trabajador de Universidades Nacionales (Fatun) y la Unión de Docentes Argentinos (UDA).

Por su parte, en la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ) dejaron entrever que adherirán a la medida de fuerza en el marco de la continuidad del plan de lucha.

En la Universidad Nacional Arturo Jauretche (UNAJ) también se plegaron a la iniciativa y destacaron que este martes hubo un 100% de acatamiento. A su vez, martes y miércoles la casa de altos estudios permaneció cerrada y sin actividad tanto académica como administrativa.

Recordemos que la medida de fuerza se da también en medio del debate en el Congreso sobre el aumento del presupuesto para las universidades, que obtuvo media sanción y ahora se define en el Senado.

Sin embargo, el Gobierno ya amenazó con vetarla en caso que obtenga su aprobación en el Senado, ya que no se hará nada que vaya “en contra de mantener el déficit fiscal”.

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