La decisión también apunta a presionar al Gobierno para que aumente los fondos que giran al sector, perjudicado por la merma de pasajeros desde el inicio de la pandemia.
La decisión fue tomada por las empresas representadas por la Asociación Argentina de Empresarios del Transporte Automotor (AAETA), la Cámara del Transporte de la Provincia de Buenos Aires (CTPBA) y la Cámara Empresaria del Transporte Urbano de Buenos Aires (CETUBA). En un comunicado, las entidades recordaron que se firmó un acuerdo paritario con la Unión Tranviarios Automotor con un incremento salarial de 30% a partir del 1 de septiembre pasado, «con el compromiso del Estado de acompañar esa decisión mediante la provisión de los fondos correspondientes, lo que no ha ocurrido hasta el presente», por lo que desde el pasado 9 de diciembre han implementado «una marcada reducción de servicios» con la intención de «hacer frente al pago de los salarios de noviembre con el incremento acordado en la paritaria del sector y ante la demora por parte del Estado en acreditar los fondos comprometidos al momento de ese acuerdo».
Según lo expresado en el comunicado, «el sector no tiene reconocimiento de mayores costos no salariales desde octubre de 2019» y ha sufrido «un congelamiento tarifario de casi dos años”, pese a lo cual «las empresas se encuentran trabajando y dando cobertura de servicios al máximo de sus posibilidades». Al mismo tiempo, aseguran que no cuentan con “la totalidad del personal por efecto de la pandemia”, aunque así y todo han “honrando” su condición de servicio esencial. Destacaron también que aún no han sido autorizadas a «transportar personal que no sea esencial, y solamente desde el día 13 de noviembre pasado se permite el traslado de pasajeros de pie, puesto que hasta ese momento se permitían tantos usuarios como asientos tuviera cada vehículo».
Si bien no hay números oficiales respecto de la cantidad de colectivos que circulan a diario por el Área Metropolitana, se calcula que de un total aproximado de 18 mil unidades, sólo 12.500 están circulando durante la pandemia. Esta situación ha afectado a aquellos pasajeros que viajan a diario por el AMBA, especialmente a quienes lo hacen en horarios picos, momento en el que se advierte aún más la reducción de los servicios.
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