Y aunque recientemente se hayan habilitado las consultas médicas y odontológicas, muchos profesionales no reciben pacientes, ya que la mayoría de las personas pospuso sus visitas y estudios por temor a visitar un hospital.

Algunos profesionales, nucleados en asociaciones gremiales, levantaron su voz a través de redes sociales y medios para reclamar por la afección que sufre la comunidad médica en sus ingresos. Uno de ellos es un reconocido médico intensivista, Alejandro Risso Vazquez, cuyo reclamo se centra en condiciones laborales y salariales de aquellos profesionales que le ponen el cuerpo a la pandemia.

Según la Asociación Civil de Actividades Médicas Integradas, las consultas médicas y estudios en clínicas, sanatorios y consultorios privados se redujo entre un 85 y 93 por ciento desde el inicio del aislamiento social, lo que significa una enorme merma en los ingresos. Y eso indefectiblemente se traslada a los salarios de muchos profesionales que no están en relación de dependencia, son practicantes o residentes. Otro de los problemas es la falta de elementos de seguridad para evitar el contagio, lo que imposibilita ofrecer la atención. Así se lo hicieron saber en una carta al ministro de Salud de la Nación Ginés González García.

Por el momento no hay cirugías, excepto las de urgencia. Tampoco consultas en guardia excepto las de urgencia. Y todo esto impacta en las finanzas de los empresarios de la salud y por supuesto, de los profesionales médicos, enfermeros y personal auxiliar.

Uno de los temas que genera preocupación desde el punto de vista sanitario es la merma en las consultas de pacientes con patologías cardiológicas, lo que podría derivar en el aumento de la mortalidad cardiovascular. Ya que más allá del COVID-19, las enfermedades cardiológicas y oncológicas siguen su curso.

Entre las medidas de apoyo económico implementadas por el Gobierno Nacional no hay hasta el momento una específica que contemple a este sector, uno de los aplaudidos por los vecinos en los rituales de balcón de las 21 horas. Los créditos a tasa cero para monotributistas y autónomos, sin embargo, es una de las medidas que sí está disponible para aquellos profesionales de la salud que cumplan esa condición.

Si el aislamiento social obligatorio se extiende, como todo parece indicar, uno o más meses, es de esperar que desde el Estado se arbitren las medidas necesarias para sostener un sector tan importante y vital como el de los prestadores privados de salud que atienden a más del 60 por ciento de la población del país.

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