Es un problema de vieja data, y se fue incrementando a través del tiempo, ya que los distintos directivos no pudieron-o no intentaron- resolver felizmente la situación.
Una vez que se averió el sistema de calefacción central, tras los continuos cambios dirigenciales, han prometido resolver el inconveniente; sin embargo, los pacientes siguen sufriendo el gran problema.
“La sala de espera central es una heladera hasta las 9 o 10 que hay más gente…y en las salas de internación hay algunas estufas ingresadas por algunos pacientes, pero no es la solución de nada. Todo el personal y quienes vienen a atenderse tienen que permanecer con los abrigos puestos para evitar enfriarse. Da impotencia que nunca ninguna autoridad pueda haber cambiado las cosas”, subrayó una médica.
Con la nueva gestión, el hospital se ve mucho más limpio y ordenado. Sin embargo, para el problema de fondo, que afecta a todos- pacientes, personal y acompañantes -no han encontrado una solución integral, salvo paliativos que no traerán ninguna garantía a futuro.
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