Y definió: «las tareas de cobranza /pagos de canones locativos incluye asimismo la de tributos municipales y provinciales como también facturas de servicios públicos que luego son depositados en las respectivas cuentas, lo cual nos convierte en recaudadores de tales conceptos». En la misma solicitud describieron que «a fin de lograr una disposición desde la Gobernación que unifique criterios que apunten a lograr un óptimo control en la prestaciones del servicio con resguardo de las pautas y protocolos sanitarios, requerimos una disposición en tal sentido». La carta esta firmada por Juan Carlos Donsanto, titular del Colegio Bonaerense.
Por tal motivo La Palabra consultó a Raúl Proficio, quien dio a conocer cual es la situación real en la zona. «Estamos muy preocupados porque no sabemos cual será la respuesta del gobierno, mientras tanto, acá hay una situación muy complicada donde al margen de nosotros tener las oficinas cerradas, hay inquilinos comerciantes que no pueden afrontar el pago de los alquileres porque el 90 por ciento de los negocios esta cerrado. Nosotros estamos tratando de ver cada situación en particular, llamando en forma telefónica, pero hay casos difíciles».
«Muchos pudieron hacer transferencias de los pagos, pero otras personas no tienen a su alcance esa posibilidad y esta a la espera de alguna novedad, Mucha gente no esta bancarizada y les es imposible hoy abrir una cuenta así que esas operaciones están paralizadas. Algunos, por ejemplo, solo cobraron una parte de sus respectivos y pudieron pagar solo la mitad, o escalonado. En esos casos le pedimos a los propietarios que tuvieran paciencia, el tema es que son diferentes las posibilidades del que paga y también la necesidad del que cobra. Es muy complejo».
Proficio indicó que desconoce cuando podrán abrir nuevamente las inmobiliarias. Admitió que quedaron en el camino muchos contratos sin firmar de operaciones truncas, gente que no puedo mudarse, y otros que no pueden disponer de una propiedad como habían pensado. «Todo se interrumpió y hay mucha gente esperando que pueda volver a funcionar el mercado inmobiliario para seguir adelante».
«Los contratos tuvieron que prorrogarse con las complicaciones que eso trae, es toda una cadena» mencionó Proficio, con muchísimos años en el mercado. «La idea es poder abrir con un horario restringido y contemplando todas las condiciones de seguridad».
Por su parte, Gustavo Penas, de In-Bert, planteó la misma situación. «Aun no tenemos una respuesta al pedido que hizo el Colegio, pero creo que es necesario contemplar eso para poder ir normalizando las operaciones. Hay mucha gente que se resiste a manejarse con los bancos y no los podemos obligar, entonces comienzan a surgir los problemas».
Penas destacó cuales son las dificultades con las que se encuentra el mercado en general. «Nosotros vivimos de los alquileres y los contratos y muchas operaciones no pudieron hacerse por lo cual esta todo frenado» y describió «por eso lo que estoy haciendo a nivel personal es repensando cosas. Hay que tener en cuenta que cuando el servicio se pueda restablecer deberemos atender con mucho cuidado, tener menos contacto. Tendremos que poner restricciones, y una contención para cuidar tanto al empleado como al cliente. Hay que pensar que en las inmobiliarias se maneja dinero, son todas cosas que hay que tener en cuenta a la hora de volver a abrir».
Contó que están viendo cada caso en forma telefónica e hizo hincapié en un aspecto que supone fundamental a la hora de abrir. Dijo que los valores de las propiedades usadas bajaron y que «por más que el precio de los materiales dolarizados haya subido, la mano de obra bajo, lo que supone que el valor de los alquileres y las propiedades deben bajar. además- replanteó – deberá haber una nueva forma de vender. Esto es antes y después del coronavirus. El mundo va a cambiar, estoy seguro, por eso estoy pensando, por ejemplo, en armar un sitio en internet donde poder mostrar los lugares que ofrecemos en 360 grados y que la gente no tenga que visitar directamente esos sitios que le interesan. Tendremos que instrumentar algo diferente, tener los materiales necesarios y una plataforma adecuada para hacerlo, hay un gasto inicial pero tenemos que aprender a vender con el menor contacto físico posible. Claro que vamos a tardar en recuperarnos. Pero mas le va a costar a los restaurant y confiterías, que son un caso especial, porque con el delibery no alcanza para cubrir ni siquiera los gastos. Estamos hablando con muchos emprendedores y el rubro gastronómico será el que más tardará en reactivarse seguramente».
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