El inicio del ciclo lectivo en Argentina se encuentra marcado por la tensión entre los gremios docentes y el Gobierno nacional. En este contexto, la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA) convocó a una jornada nacional de lucha para el próximo 13 de marzo en defensa de la educación pública y los derechos laborales del sector.
Luego del congreso extraordinario realizado a fines de febrero, CTERA resolvió llevar adelante una protesta para exigir la convocatoria a la paritaria nacional docente, la restitución y actualización del Fondo de Incentivo Docente (FONID), mejoras salariales y mayor presupuesto educativo. Además, el gremio demanda el aumento de las becas PROGRESAR y un refuerzo en las partidas para almuerzo y copa de leche en las escuelas. Durante la jornada de lucha se realizarán movilizaciones, actos y radios abiertas en todo el país.
Sin embargo, a diferencia de CTERA, otros gremios docentes decidieron no adherirse a la medida de fuerza. La Asociación del Magisterio de Enseñanza Técnica (AMET), la Confederación de Educadores Argentinos (CEA), el Sindicato Argentino de Docentes Privados (SADOP) y la Unión de Docentes Argentinos (UDA), integrantes de la Confederación General del Trabajo (CGT), confirmaron que no realizarán paro tras un acercamiento con el Gobierno nacional.
Este acercamiento se dio tras reuniones entre el titular de UDA, Sergio Romero, y la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, en las que se discutieron las demandas del sector. Si bien el Gobierno convocó a los sindicatos a una nueva reunión, aún no se ha confirmado la fecha del encuentro. Estos encuentros buscaron reducir la tensión tras las medidas de fuerza y el rechazo al incremento del salario mínimo docente a $500.000.
En un principio, CTERA había debatido la posibilidad de un paro de 24 horas el 5 de marzo, lo que habría afectado el inicio de clases en varias provincias, incluyendo Buenos Aires, Catamarca, La Rioja, Misiones, Río Negro, Santiago del Estero, Tierra del Fuego y Tucumán. No obstante, la decisión final fue postergar la medida y optar por la jornada de protesta del 13 de marzo.
Con esta situación, las clases iniciarían con normalidad en la mayoría del país, aunque el panorama sigue siendo incierto y las negociaciones entre los gremios docentes y el Gobierno continúan en un contexto de dificultades económicas y reclamos por mejores condiciones laborales.
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