Hace dos semanas adelantamos cierta preocupación ante la posible llegada del coronavirus a Argentina. Nos preguntábamos si estábamos preparados. Según el Ministro de Salud de la Nación, llegó antes de lo previsto. Con 20 casos confirmados al principio de esta semana y todavía con altas temperaturas, todo parece indicar que, al igual que en países como Italia, España, Alemania y Estados Unidos, tendremos un brote, que pondrá en peligro la vida de los mayores de 65 años y a personas inmunodeprimidas.

Respecto al covid-19, se podría aplicar la lógica del “minuto a minuto” televisivo, ya que a medida que se reportan más casos en el mundo, la estadística nos permite conocer más sobre población afectada, evolución de la enfermedad y formas de contagio, para elaborar estrategias de prevención. En Argentina, por ejemplo, aprendimos de los errores de Italia, donde los controles en aeropuertos se focalizaron en la temperatura de los recién llegados. Hoy sabemos que es más eficaz conocer el país de procedencia y directamente indicar 14 días de aislamiento.

Así lo decidió el Gobierno Nacional, que destinó un presupuesto especial para enfrentar el virus, reforzó los controles en aeropuertos y pidió a los mayores de 65 años que no mantengan reuniones sociales de ningún tipo.

En la Provincia ya se adquirieron las vacunas antigripales y contra el neumococo. Y en algunos municipios como La Plata, se acordó con las empresas de transporte público de pasajeros, la implementación de medidas de prevención en todas las unidades. Colocarán dispensers de alcohol en gel en los vehículos de todas las líneas de micros, desinfectarán las unidades una vez al día e instalarán banners informativos sobre las medidas de higiene y prevención.

En tanto, en Berazategui hubo cuatro personas en aislamiento domiciliario, que compartieron vuelo con el primer argentino cuya enfermedad fue confirmada como coronavirus. Y en el hospital El Cruce se activó el protocolo por dos personas que llegaron de Europa, que finalmente fueron diagnosticadas con gripe. Todos los hospitales y clínicas privadas tienen un protocolo ante posibles casos.

Como lo viene advirtiendo la Organización Mundial de la Salud, la coordinación de política sanitaria es fundamental para enfrentar la pandemia, que se agravará con las bajas temperaturas en el hemisferio sur.

El rol de los medios de comunicación y la comunicación oficial son fundamentales ante emergencias sanitarias como ésta. De periodistas y voceros oficiales esperamos y necesitamos, como sociedad, responsabilidad y profesionalismo por sobre el sensacionalismo y los intereses económicos, políticos o personales que siempre existen.

Ante un problema que pone en riesgo la vida, la “grieta” debe dejarse de lado: no es momento de operaciones ni pases de factura. Hasta el momento, todo indica que son nuestros adultos mayores los que están en peligro.

Nuestra obligación ética y moral es contribuir al bien común, buscando fuentes confiables de la comunidad médica y científica para difundir información certera, evitando la confusión y el pánico, que a nada conducen.

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