Un informe oficial que la Secretaría de Salud y Desarrollo Social entregó a la Cámara de Diputados, admite que desde 2016 el Estado adquirió la mitad de las vacunas que se necesitan para inmunizar a las personas en todo el país.
La escasez de este insumo a nivel nacional, hace tiempo que se siente en la localidad, diversos vecinos de Berazategui denunciaban meses atrás la falta de vacunas. Empleados del Hospital Evita Pueblo habían relatado a este medio que » faltaban insumos quirúrgicos y vacunas». Otros grupos de ciudadanos alarmados advertían la falta de ciertas vacunas en los centros de salud.
Si bien, esto arrastra ya un tiempo, este mes y con la expansión y prevención de la gripe A, hizo que varios pobladores se dieran cuenta de que la vacuna no era fácil de conseguir. De hecho, una vecina de Sourigues nos contó que tuvo que adquirir la vacuna en una clínica de Capital Federal, ya que en la región tanto Quilmes y Berazategui no se podía conseguir.
Esta falta genera gran incertidumbre si se tiene en cuenta que la Organización Mundial de la Salud recomienda que las mismas deben aplicarse a las poblaciones que tienen indicación inmunizada (mayores de 65 años, de 6 meses a 2 años y embarazadas).
Otro caso alarmante es el de la vacuna Sabin, cuyas dosis se redujeron de 7,7 millones compradas en 2016 a solo 3 millones en 2018.
La falta de adquisición de vacunas afecta principalmente a la Triple Bacteriana Acelular, la Triple Viral y la Sabin, pero sobre todo a la de Menveo (antimeningococo). Ésta última fue incorporada al calendario gratuito y obligatorio en 2017, lo que genera un escenario preocupante ante enfermedades como la meningitis.
En detalle el informe, señala que en una población objetivo de alrededor de «700.000 niños y niñas, de hepatitis B pediátrica, adquirieron sólo 300.000, menos de la mitad de las dosis compradas en años anteriores. De varicela, 550.000 el año pasado y 200.000 en 2017. También hubo caídas en la triple bacteriana acelular (la dTpa, que protege contra difteria, tétanos y tos convulsa), que se aplica en embarazadas y chicos y chicas de 11 años y que cayó de 1,6 millones en 2016 a 900.000 en 2017 y a 980.000 en 2018, por lo que algunas provincias tuvieron que interrumpir la vacunación en adolescentes para priorizar a las embarazadas. En la pentavalente se pasó de 3,3 millones en 2016 a 1,7 millones en 2017 y 980.000 en 2018».
El argumento esgrimido por Nación tiene que ver con un “problema de logística”, que podría prolongarse hasta fin de mes. Sin embargo, desde la oposición destacan que, en el marco del ajuste en salud, las vacunas existen, pero el gobierno no las quiere financiar.
Cabe destacar que la mayoría de las vacunas distribuidas en el país provienen del exterior, por lo que la suba del dólar ha impactado en los costos.
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