La causa principal es la falta de pago de las compensaciones al transporte, y las empresas exigen aumentar los subsidios o ajustar las tarifas.
La medida responde a la crítica situación económica de las empresas del sector, agravada por los fuertes incrementos en el precio del combustible y la falta de actualización en las tarifas y subsidios. Según AAETA, el valor del boleto sin subsidio y con el aumento del combustible debería ser de alrededor de $800, mientras que actualmente se cobra aproximadamente $52,96 en el AMBA.
Manuel Adorni, portavoz presidencial, informó que se estaba gestando una reunión entre el Gobierno y las empresas, y se esperaban novedades sobre cambios en los subsidios y tarifas para el 1 de enero. Adorni destacó que el subsidio a la oferta busca cambios para llegar a la demanda y abordar las inequidades entre el AMBA y el interior, aunque aclaró que cualquier ajuste tarifario debe pasar por una audiencia pública.
Desde la empresa MOQSA confirman la difícil situación. «Aumenta el combustible, aumenta el precio de los repuestos, pero los precios de los boletos no. El gobierno anterior no se hizo cargo de los subsidios correspondientes que debían abonar a las empresas», expresaron.
Pese a la liberación de pagos adeudados anunciada el 15 de diciembre por el Ministerio de Infraestructura, las tensiones persisten. La Asociación Argentina de Empresarios del Transporte Automotor subrayó que los operadores están haciendo esfuerzos máximos para mantener servicios, pero la falta de recursos limita su capacidad. La reducción del 50% en el servicio de colectivos evidencia la necesidad urgente de soluciones para garantizar la movilidad de los ciudadanos y la sostenibilidad del transporte público en la región.
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