Según datos del INDEC de 2019, el 18.4 por ciento de los hogares funciona en un inmueble alquilado. Y el 6.4 es propietario de la vivienda pero no del terreno.

Esta semana el Gobierno nacional lanzó dos nuevas líneas de créditos Procrear, un programa creado en la última gestión de Cristina Kirchner que fue continuado por Mauricio Macri y que materializa el acompañamiento del Estado en una política pública de vivienda y hábitat concreta y necesaria. Son 300.000 créditos entre personales e hipotecarios.

En un país como el nuestro, donde las reglas de la economía cambian con frecuencia y ningún modelo perdura, el acceso al crédito hipotecario y la existencia de estos préstamos es inconstante y exclusiva. Sólo acceden las familias con ingresos muy por arriba de la media. Una franja importante de la población se ve obligada a alquilar o a ocupar espacios en los lotes familiares.

Los programas de viviendas sociales están destinados a sectores de muy bajos ingresos y se ubican muchas veces en zonas alejadas o contiguas a barrios humildes y villas. Y también son discontinuos. El Procrear fue un programa creado especialmente para cubrir la demanda de la clase media baja que no accede a un crédito tradicional pero tampoco a la vivienda social. Y tuvo éxito.

Es una buena noticia para los argentinos que se reactive esta política pública, porque además de ampliar el acceso a la casa propia, genera trabajo y reactiva el consumo. Una de las líneas está destinada a refacciones y ampliaciones, lo que también es una manera de posibilitar la concreción de proyectos y sueños. En medio de una crisis económica mundial de enormes proporciones, que se sentirá en nuestro país mucho más fuerte que hoy en los próximos meses, poder proyectar es para las familias una inyección de ánimo de gran valor.

En agosto ya se pueden inscribir quienes deseen préstamos personales y a partir de septiembre, quienes aspiren al lote propio para construir o bien a una vivienda en nuevos espacios a urbanizar. Ojalá llegue efectivamente a estos 300.000 destinatarios.

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