Spadafora, anestesiólogo y médico intensivista, conoció a González García- reconocido profesional sanitarista- cuando este era ministro de salud bonaerense, en la década del ´90 durante la gobernación de Antonio Cafiero. El berazateguense pasó de ser jefe de terapia intensiva del Hospital Fiorito a ser director del nosocomio. Allí comenzaron una fraternal relación laboral que con los años alimentó una amistad.
Fue en ese periodo que García creó la Fundación y de la mano nació el Instituto Universitario, una unidad académica para hacer carreras y cursos de postgrado. El propio Spadafora curso varias de esas alternativas abocadas a la gestión.
Un nuevo desafío
Con inicio de la cuarentena, como consecuencia de la llegada al país del COVID 19, ISALUD no tuvo más alternativa, como el resto de las unidades académicas, de profundizar el aprendizaje a distancia, que ya venía haciendo con muchas propuestas y con bastante éxito.
Vale la pena señalar que Spadafora comenzó con la educación a distancia hace varios años. Incluso cuando fue representante legal del Instituto Secundario Manuel Belgrano, se ofrecieron varios cursos, por correo, la única forma de encararlo por entonces. «Me acuerdo que se enviaba el material didáctico y luego se hacían las evaluaciones. Era una forma de trabajo muy interesante y el principal obstáculo eran los tiempos del correo» reconoció.
«Con la pandemia tuvimos que readaptarnos. No nos quedo otra. Este año iniciamos la especialización a distancia, tanto para los 29 alumnos que cursan el segundo año de la carrera de Administración Hospitalaria, y que el año pasado tenían la modalidad presencial; como para los 26 profesionales que están cursando el primer año. Sin duda es un cambio cultural y hay que esperar para hacer algún tipo de evaluación, hablar de resultados y saber en definitiva cuales son los puntos fuertes y débiles de este sistema».
«Las clases se ofrecen en forma remota y sincrónica y también queda grabada por lo tanto pueden tomarla cuando los alumnos prefieran. Tengamos en cuenta que hay muchos que viajaban del interior del país y en esta situación no es necesario que vengan, o sea que tienen eso a su favor» apuntó Spadafora que admite que tienen una «comunicación permanente con el alumnado, mucho más que antes. Eso sin duda es positivo. Estamos conectados por grupos de whatsapp y utilizamos varias plataformas para las clases, entre ellas Zoom. El docente tiene que estar más atento y pendiente de las dudas que plantean los estudiantes para poder guiarlos».
En total la carrera que él dirige tiene 450 horas cátedra validadas por el ministerio de Educación de la Nación a través de la CONEAU (Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria) con quienes, Spadafora y otros profesionales de la UBA (Universidad de Buenos Aires) entusiasmados en nuevas propuestas, están trabajando fuerte para lograr adaptarse al mundo que se viene. «Queremos que se sumen a las horas cátedra el tiempo que los alumnos utilizan para la lectura de la bibliografía, por ejemplo, para prepararse, no solo las horas presenciales, porque es el esfuerzo de los estudiantes que implica mucho tiempo y que hasta hoy en el país no se tiene en cuenta».
«Muy complicados»
En otro orden, y por su cercanía con el titular de la cartera sanitaria, Spadafora fue consultado sobre la situación actual. «Estamos muy complicados creo yo. Por un lado, el aislamiento estuvo bien impuesto y fue un éxito, eso no se puede negar porque vimos lo que les paso al resto de los países que no tomaron los mismos recaudos. Pero tenemos un equilibrio inestable y aun no podemos cantar victoria, tenemos que ser muy cautos» anunció.
«Todavía el virus no circula con fuerza pero el problema será cuando ingrese en los grupos más vulnerables, como se esta viendo actualmente. Además, otra de las grandes preocupaciones- añadió- son los contagios de los profesionales de la salud, en todo el mundo, eso es muy grave y fomenta una crisis profunda en el sistema, porque podemos tener muchas camas, respiradores, etc, pero si no esta el material humano especializado, no podemos hacer nada, es lo más importante y no hay recambio».
«Creo que se esta formando la tormenta perfecta, esta llegando el frío y aparecen muchas dificultades por el hacinamiento. Hoy el sistema de salud esta a mitad de máquina y no es fácil conseguir insumos sobre todo los equipos especiales que escasean. Claro que aplanar la curva nos permitió prepararnos, pero no tenemos que cantar victoria porque nos hará más vulnerables. Tenemos que ir despacio» analizó el médico.
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