Después de largos meses de aislamiento por la pandemia, en noviembre se les permitió a las empresas de chárter poder viajar; apareció una esperanza para aquellos que desarrollan desde hace años esta actividad del transporte de pasajeros en Berazategui, especialmente a Capital Federal. Para ello se estableció un protocolo similar a los demás medios de transporte que las entidades siguen a rajatabla, como la colocación de una mampara para los choferes, el uso de tapaboca, provisión de alcohol en gel y el quite de elementos de tela. Asimismo, para garantizar la distancia social, al comienzo se dispuso una ocupación del 60 % de las butacas, que luego pasó al 80 %. Sin embargo, a pesar de la ampliación, las entidades del rubro afirmaron que están sufriendo una enorme caída en la cantidad de pasajeros.
«Es poca la gente que está viajando, la pandemia nos impactó fuerte. Fueron muchos meses parados y, con la apertura, las combis no están siendo aceptadas por la población por miedo al virus», señaló Rubén, titular de Amisun y agregó: «Tenemos pasajeros fijos que son personal de seguridad y necesitan trasladarse; sin embargo, la cantidad de viajantes no alcanza para mantener la estructura de una empresa. A medida que pasa el tiempo, nos estamos endeudando más y no tenemos ayuda de ningún tipo. Estamos a la deriva, no estamos encontrando soluciones».
También Sergio Groz, dueño de Vans Travel, relató: «Suspendimos los servicios a Capital por la baja demanda y hacemos servicios de turismo, dedicados a paseos cortos por contratación. No es rentable, pero tratamos de encontrar una alternativa para no tener que cerrar la empresa».
«Hace tres años que los pasajeros no están eligiendo viajar en chárter hasta Capital, porque nuestro servicio es más caro que los trenes y colectivos. Un pasaje está 250 pesos y en estos tiempos de malaria económica, no todo el mundo tiene para abonar esa tarifa; y tampoco podemos bajar porque una combi tiene muchos gastos de combustible, peajes y salarios de choferes, es imposible abaratar el boleto», agregó.
«Desde que está la pandemia, ninguna combi pudo volver a trabajar con normalidad. Ya no contamos con pasajeros mayores de 60, ni aquellos que padecen enfermedades preexistentes. Además, cambió la forma presencial de trabajo a la modalidad virtual. Nuestras unidades tienen una capacidad de hasta 24 pasajeros, el gobierno habilitó hasta un 80 %, es decir que podemos cargar 19 viajantes, pero no es fácil, termina viajando la mitad y, por eso, consideramos que seguir con los traslados a Capital no nos estaba dejando ganancia», marcó.
«Los meses que estuvimos parados, algunas empresas se sostuvieron con ahorros. Nosotros tuvimos que vender unidades. No sabemos cómo seguirá la situación económica de aquí en adelante, si evoluciona favorablemente, volveremos a realizar los viajes hasta Capital; si no mejora o entramos a una segunda ola de covid-19, haremos un plan B de vender todas las unidades y ver si podemos desarrollar otra actividad, porque esta no se podría ejercer más», manifestó.
Hacé tu comentario