A su vez, en la primera quincena de enero las ventas en estos negocios cayeron un 12%, según datos brindados por la consultora Scentia.
Según analistas, la actividad económica se está paralizando a raíz de la aceleración de los precios. Es que desde el 10 de diciembre, a pesar de la asunción del nuevo Gobierno, los valores de los productos no pararon de incrementarse prácticamente todos los días.
Scentia proyecta que este año podría mostrar una retracción de las ventas de consumo masivo del 7%. Recordemos que en 2023, el mismo terminó con un resultado positivo: las ventas en supermercados y autoservicios promediaron un aumento del 2,4%.
Con una inflación que en diciembre fue del 25,5%, se espera un enero con una cifra similar o levemente inferior (igualmente, el piso estimado de inflación para 2024 es de 200%.) El ajuste ya se está sintiendo fuerte en el consumo y en el bolsillo de los argentinos.
La Palabra recorrió comercios del rubro para dar cuenta de esta situación.
Vanesa, del mayorista “Izetta”, sostuvo que “cayeron bastante las ventas, alrededor de un 30% o 40% y en todos los rubros prácticamente. También influye que hay gente que se fue de vacaciones”.
Por su parte, Carolina, del supermercado “Express”, indico “está todo muy tranquilo. En diciembre hay más consumo por las fiestas. Después en enero cae todo. La gente se va de vacaciones y además los precios suben. Vamos a ver qué pasa en febrero”.
A su vez, Analía, del “Súper Lleve Más”, comentó: “es cierto que bajaron las ventas. No tanto, pero sí se siente cuando los clientes empiezan a consumir menos”.
En la misma línea, desde el supermercado “Modelo” remarcaron que era “inevitable” una caída en las ventas por la época del año y por el contexto.
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