Según detalló la sucursal de Anses local «bajo el pretexto de los incrementos de los costos generales y los vinculados a la salud, las empresas del sector acordaron con el gobierno una suba del 25 % en dos tramos y los afiliados deben recibir la notificación de los aumentos con 30 días de anticipación.».
Cabe recordar que el último aumento autorizado fue del 12% en diciembre del año pasado. Desde entonces, las autoridades de las prepagas argumentan que sus costos aumentaron un 30% y no fueron mayores por la asistencia del Estado. «Es que, sin la ayuda estatal, en enero sus costos tendrían un alza del 54%».
«Se trata del primer ajuste de 2020. El último fue en diciembre de 2019. Este ajuste apunta a sostener las prestaciones del Sistema y cuenta con el compromiso de las entidades de Medicina Prepaga de trasladar estas mejoras a los aranceles de Clínicas, Sanatorios e Instituciones de Diagnóstico», explicaron.
Asimismo, desde el organismo indicaron que en el comienzo de la pandemia el gobierno dictó el decreto 300/2020, destinados a beneficiar a los «empleadores pertenecientes a los servicios, establecimientos e instituciones relacionadas con la salud» en primer lugar con el programa ATP, que estará vigente hasta fines de noviembre. «Las empresas tienen el beneficio de estar eximidas del pago de contribuciones patronales y pagan una alícuota menor del impuesto a los débito y créditos bancarios, conocido como impuesto al cheque».
«Con los beneficios del Estado Nacional, las prepagas lograron que la ANSeS abone una parte de los salarios de sus trabajadores y también una reducción del 95% de las contribuciones patronales con destino al Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA)», señaló Anses.
Según el decreto, estos beneficios alcanzan a obras sociales, servicios de seguros de salud, medicina prepaga y mutuales, hospitales, servicios de atención ambulatoria realizada por médicos y odontólogos, servicios de diagnóstico y tratamiento, y servicios de emergencias y traslados, entre otros.
Sin embargo, por la pérdida de los empleos registrados y la caída de los ingresos de asalariados y trabajadores independientes que se arrastra por la crisis económica, la facturación de las prepagas se vio afectada por la caída del padrón de afiliados y también porque muchos afiliados con sus grupos familiares se vieron obligados a pasarse a planes más económicos. También, las entidades señalaron que los costos cayeron muy fuerte como consecuencia de que la gente dejó de atenderse en los centros de salud por temor a contagiarse de coronavirus.
En este marco, durante la semana pasada, las prepagas alertaron por aumentos en los medicamentos del 500% en promedio y ajustes de hasta el 1.100% para el caso de los pacientes con COVID.
En el caso de las obras sociales, las transferencias que reciben todos los meses por la caída de la recaudación con relación al mes previo a la cuarentena corresponden al Fondo de Emergencia que se creó con dinero del Fondo Solidario de Redistribución que recauda todos los meses un porcentaje de los aportes y contribuciones sobre la masa salarial de los afiliados al sistema.
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