Lo hizo a través de la Resolución 4104 y el incremento será de hasta el 15 % a aplicar a partir del 1º de diciembre de 2021, lo que hace que muchos padres ya estén sufriendo a cuenta. «Pensábamos que había sido suficiente. Este año las cuotas aumentaron muchísimo», reclamó una mamá del colegio Pío XII.
Mientras las clases ya están terminando y se preparan los actos de fin de curso, parece que los aumentos no tienen receso. En el caso de la provincia, la DGE habilitó subas de entre 6,7% y 6,9% para la cuota de diciembre. A esto se le suma un ajuste del 11,8% para la matrícula de marzo. La modificación en los valores también abarca a los establecimientos que financian parte de los sueldos con subvención estatal.
Pensemos que entre jardines, primarias y secundarias subvencionadas en el territorio provincial reúnen casi 1,5 millones de alumnos, en tanto que la suba en la cuota puede variar entre $ 550 y $ 850 en diciembre. Y desde $ 600 a $ 1.600 adicionales a partir de la reanudación de las actividades en 2022. Buenos Aires tiene casi 5.300 servicios educativos gestionados por particulares. De ese total, 1.870 pertenecen a la Iglesia católica y congregaciones religiosas. Y el 80% de esos establecimientos tiene subsidios para pagar sueldos, pero el resto de los gastos corren por cuenta de los propietarios.
La variación anual de las tarifas de los colegios privados subvencionados en territorio bonaerense fue de casi el 40%. El indicador quedó unos puntos por debajo del aumento que consiguieron los maestros y profesores en las paritarias con el gobierno provincial, ya que hasta ahora los docentes obtuvieron un 45% promedio de suba en sus sueldos.
A partir del nuevo esquema tarifario -acordado entre la conducción de Escuelas y las entidades que agrupan a los institutos de enseñanza- las cuotas en el nivel inicial y primario variarán entre $ 2.567 y $ 11.594, mientras que en la escuela secundaria tendrán un tope de entre $ 2.830 y $ 15.067.
La oscilación depende del porcentaje de subsidio. Hay colegios que reciben un 40% de aportes para solventar sueldos y otros hasta el 100%. También hay centros educativos que ofrecen otros servicios «extracurriculares», como idiomas, deportes o escolaridad extendida, por los que tienen permitido cobrar extras.
«Pensábamos que se iba a quedar ahí, pero no, en este país todo sube, tanto que ya ni nos podemos quejar», reclamó una mamá en la puerta del colegio La Merced. «Es absolutamente incoherente, porque si se quiere en diciembre van muy pocos chicos. Son contados. Y el resto paga igual, pero no tienen gastos de mantenimiento. Se entiende todo, pero nosotros ya estamos saturados».
Otros padres reconocen la necesidad del aumento. «Es completamente entendible. Subió todo, la luz, los elementos de limpieza, los útiles. Todo aumenté y porqué la escuela iba a estar al margen».
Por su parte, los propietarios de las escuelas privadas justificaron el aumento, pero también hicieron hincapié en la cantidad de alumnos morosos que hay en cada institución y de un gran número que emigró a escuelas públicas por no poder seguir solventando las cuotas.
Por fuera de este diagrama, quedan unos 200 institutos «sin subvención». Allí no existen limitaciones para fijar los valores del servicio. Según fuentes del sector, esos establecimientos informaron ajustes de entre 18 y 25% para los cursos 2022. Y una inscripción de valores por encima de los 40.000 pesos, con cuotas mensuales similares.
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