Muchas veces desde estas páginas hemos saludado el trabajo que el personal del Banco Provincia de Berazategui,  realizaba pese a las dificultades generadas en la falta de espacio, la superabundancia de personas que debía recibir la sucursal y abogamos por la apertura de otras sucursales y la fijación de mas cajeros automáticos.

Hoy, sin embargo, la comunidad debe recurrir a los medios de comunicación para reclamar por las dificultades que se registran a diario en la misma sucursal.

Varios han sido los reclamos por la existencia de billetes falsos entregados a los jubilados que deben percibir sus haberes allí, otros se quejan de faltantes de dinero en las sumas que debían percibir y por las cuales cobraron. Obviamente esto debería ser investigado por las autoridades del Banco pero, también, los que sufren este tipo de problemas deben realizar sus denuncias de inmediato ante el personal y ante las autoridades policiales.

Sin embargo cuando existen estas denuncias la respuesta gerencial al cliente, se demora y requiere de la participación de autoridades de otros niveles para tratar de encauzarlas. En este caso se debería realizar la correspondiente investigación a través de las Gerencias Distritales del Provincia, ya que esta falencia afecta la imagen de una entidad que debe resguardarse porque pertenece a todos los bonaerenses.

Vamos a uno de los casos mas recientes, denunciado con nombre, apellido y documento, por la jubilada Leticia Selimán quien intentó el 1° de Julio último,  retirar del Cajero Automático la suma de 10.000 pesos. “El cajero –dice la denunciante en su nota- me entrega un recibo por la suma citada pero no me da el dinero”.

Preocupada , Selimán se dirige a una empleada del Banco quien no le da solución.

“Durante tres días y arriesgando mi salud con este tema del virus –expresa – fui a reclamar y planteé mi situación al subgerente, señor Victor quien  dudando de mi veracidad, llama al agente policial femenino”.

“Ante esta situación hago la denuncia a los medios de comunicación y es La Palabra quien de inmediato responde” agrega la jubilada quien logró que el intendente local, doctor Juan José Mussi, se enterara de su situación y hablara con el gerente.

“El lunes siguiente (6 de julio) el gerente, señor Emanuel me esperaba porque el intendente le había pedido que agilizara la devolución de mi dinero. Y quiero aclarar – enfatiza Selimán –que iba a buscar mi dinero, no a pedir un préstamo. El gerente me atendió con mucha amabilidad y promete solucionarlo a la brevedad. Mientras tanto – agrega – la situación ya había trascendido a varios medios de comunicación y otras entidades”. “Esa tarde, a las 16.50 –continúa – me llamó el gerente para decirme que iba a pedir un técnico para que informara que había pasado con el cajero automático”.

Las penurias de Leticia no acabaron allí, pues el cierre de esta edición todavía no había tenido el dinero en sus manos y había recibido una notificación telefónica acerca de una presunta carta que le iban a enviar a ver si “le pagaban o no”.

El llanto de la jubilada no alcanzó a conmover a las autoridades bancarias y la necesidad del mismo para comprar medicamentos tampoco fue tenido en cuenta por lo que esto se ha convertido casi en una falta de respeto a la persona que no tiene otra forma de reclamar y que está en manos de la burocracia financiera para hacerse con lo suyo.

Este episodio debe sumarse también a la insólita actitud de la gerencia de la sucursal local para con varios comerciantes e industriales del distrito que se han presentado para acceder al préstamo dispuesto por las máximas autoridades nacionales y respaldado por el Banco Central. De acuerdo a estas disposiciones no se debería requerir el pago de los aportes y contribuciones a quienes pedían el préstamo con facilidades, porque el propio gobierno había anticipado la existencia de una moratoria que permitiera pagar las deudas que podrían existir, hecho que se corroboró hace pocas horas con el proyecto de la medida que incluye deudas de todo tipo hasta el 30 de junio. “La actitud del gerente local- explicaron a nuestro redactor-  “ hizo que muchas empresas quedaran fuera de la posibilidad de pedir ese préstamo”. Esto, según algunos testimonios, habría determinado la imposibilidad de pagar los salarios y habría llevado al cierre de varios emprendimientos”.

Todas estas posibles irregularidad merecerían una amplia investigación, quizás mediante del desplazamiento preventivo de quien hoy conduce la sucursal o la intervención a la misma para poder examinar adecuadamente la gestión y tomar las medidas que pudieran corresponder.

Mientras piensan en eso, quizás deberían mantener una vigilancia rigurosa sobre los procederes administrativos de estos funcionarios, para evitar que sus errores provoquen mas daño a quienes recurren buscando soluciones.

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