Teresa Oliveri, coordinadora de APANAAL y miembro de esa organización desde hace 36 años, habló con Periódico La Palabra y se refirió a cómo atraviesan este duro momento. “La pandemia nos golpeó muy fuerte, estuvimos, como otros talleres protegidos, más de un año parados y hace unos meses pudimos volver a trabajar. Actualmente hay 23 chicos en el Taller, en una burbuja única, elaborando barbijos, bolsas de residuos y jabón para manos que luego se venden en la calle”. Además, desde hace unos años funciona en el mismo taller, ubicado en Calle 11 N°4727, un lavadero de ropa a precios muy convenientes (el valet cuesta $250), todo para financiar el mismo taller. Pese a ello, Oliveri aclara que “no alcanza para cubrir los gastos que tenemos”, ya que “hay que pagar los sueldos de los supervisores, los servicios y la materia prima”. En ese sentido, indicó que reciben un subsidio de $59 mil pesos por becas y, por única vez, otro subsidio de $50 mil que el gobierno otorgó a los establecimientos culturales a través del municipio. 

Oliveri se refirió también a la ley 26.816, que crea el “Régimen Federal de Empleo Protegido para Personas con Discapacidad”, a la cual la Provincia de Buenos Aires todavía no adhiere (lo mismo ocurre en Córdoba y Santa Fe). “Esta ley da la posibilidad de que las personas con discapacidad que desempeñan tareas laborales en el ámbito público y en el privado sean reconocidas como verdaderos trabajadores, con obligaciones y derechos: un salario digno y jubilación como cualquier trabajador”. En ese sentido, explicó que durante el aislamiento tuvieron la posibilidad de crear FETAP, una Federación de Talleres Protegidos de Buenos Aires a través de la cual buscan defender los derechos de las personas con discapacidad, promoviendo su desarrollo social y generando condiciones laborales adecuadas. “Estamos tratando de que diputados incluyan el tratamiento de adhesión a la Ley en la Legislatura bonaerense, sería un gran paso para nosotros”, expresó Oliveri.

Al mismo tiempo, la coordinadora de APANAAL reiteró la importancia de que la comunidad se acerque al Taller, ya sea para colaborar como voluntario/a (terapistas ocupacionales, psicólogos/as, entre otros, colaboran con su tiempo y sus conocimientos), asociándose (con cuotas mensuales de $50 por mes en adelante) o bien donando materias primas para la confección de los productos que luego los mismos chicos salen a vender a la vía pública. Oliveri destacó en ese sentido que “hay mucha gente que no lo sabe, pero el lavadero que funciona en el taller tiene precios muy económicos, es importante para nosotros que la gente se acerque y sepan que pagando un lavado nos estarían ayudando muchísimo”.

Para colaborar de cualquiera de esas formas o interiorizarse acerca del trabajo de APANAAL, pueden ir directamente al taller (Calle 11 N°4727 entre 147 y 148) o llamar al teléfono 4256-1499.

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