«Estamos ampliando nuestro Taller protegido y Lavadero Familiar. Un sueño muy esperado que lentamente se convierte en realidad. En 2017 presentamos un proyecto en la Agencia Nacional de Discapacidad para hacer dos locales, para que la gente pueda ver qué es lo que hacemos, entonces ahora el edificio llegará hasta la vereda y los clientes podrán ver bien cómo trabajamos y seran recibidos de otra manera. Fuimos invitados a otros talleres protegidos y nos dimos cuenta que nos faltaba eso, contacto con la gente, igual seguiremos con el delivery como hasta ahora» contó Teresa Oliveri, vicepresidente de la institución. Y agregó: «muchos nos preguntaban dónde estaba el lavadero porque parecía una casa nada más. Era hora que podamos hacer estas reformas».

«Pensemos que Apanaal tiene 45 años, los cumplirá en agosto del año próximo y la casa ya era antigua cuando se compró así que más alla de los locales había que hacerle obras de mantenimiento. No sabemos hasta dónde nos va a alcanzar el subsidio que nos dieron, porque encima, cuando nos lo otorgaron los materiales de la construcción salían 3 veces menos, con un dólar a 30 pesos.  Pero bueno, no vamos a bajar los brazos hasta que consigamos terminarlos» planteó Teresa, comprometida con la entidad desde hace muchos años.

En uno de los locales estará el lavadero con sus respectivas máquinas, un sector para desmanchar y para atender al público. En el otro local se colocarán las maquinas de la confección de bolsas, otro de los emprendimientos que tiene el Taller Protegido, iniciado por María Isabel Farjat. «Allí podremos exhibir además todo lo que ofrecemos, será muy beneficioso comercialmente, porque a veces la gente desconoce que es lo que hacemos».

Cabe señalar que con los años tanto el lavadero de ropa como la elaboración de bolsas fueron quitandole espacios a otros sectores, que tambien sin importantes. «Fuimos acomodándonos como podíamos en el espacio que había, pero hoy las necesidades son otras y teníamos que pensar en estas reformas».

En pricipio iniciaron una campaña para juntar fondos y compensar lo que habían perdido por la inflación y tambien vendieron algunos artículos que les regalos o que ya no eran de utilidad en el taller.

«El problema fue que como pasa en una casa, nos encontramos con un monton de cosas que no estaban contempladas y eso significa dinero que no tenemos, pero de alguna manera vamos a terminar» confesó con mucho optimismo Teresa quien además pidió a todos quienes puedan ayudar que colaboren en la compra de los numeros del Chango  Navideño. «son mil numeros y seran de mucha ayuda para nosotros en este momento».

«Creemos que para el 20 de diciembre tendremos una gran parte de la obra terminada, por lo menos la primer parte. Hubo muchos días de lluvia, más de 25, desde que empezamos y eso nos demoro mucho pero vamos caminando a paso lento pero seguro» indicó.

Los locales tendran baño y un sector de cocina con mesada y bacha para comodidad de los operarios.

«María Isabel nos guia siempre. Estaría muy contenta con esto. Ella nos enseño mucho. Incluso en cada situación por la que atravesamos siempre nos preguntamos que cosa haría ella, siempre esta presente realmente» confió Teresa que esta acompañada por María Angélica Bassaber como presidente, Oscar Nose como tesorero y Beatriz Alarcon como secretaria.

Estan programando para el proximo 23 de diciembre un brindis de fin de año con la presencia de familiares de operarios y colaboradores permanentes de APANAAL.

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