Entre las actividades que el gobierno nacional exceptuó de la cuarentena, están los servicios de odontología, las ópticas, los lugares de cobro y el comercio minorista de comidas con el formato on line y delivery. Y esta ultima semana las salidas recreativas, que en muy pocos lugares finalmente habilitadas. Son poco más de 11 nuevas actividades pero cada gobernador tiene la última palabra y tienen la potestad de suspender la excepción a cualquiera de los rubros o dictar una reglamentación específica para cualquiera de ellos. Todos deberán cumplir con un protocolo sanitario y se debe garantizar la organización de turnos, si corresponde, y los traslados que garanticen medidas de distanciamiento. Para las casas de comidas la actividad esta habilitada a puertas cerradas, con medios de pago electrónico y la entrega de la mercadería a través del sistema de delivery.

En el caso de los odontólogos, la mayor parte de los problemas tienen muchas dudas de cómo volver a abrir el consultorio «Nosotros tenemos un protocolo de atención que nos envia la Federación de Odontólogica de la provincia de Buenos Aires, que es un kits para pacientes con COVID y que debe utiizarse para todos los pacientes en general, por seguridad. Es una protección tanto para el paciente como para el médico y que consta de una cofia, un barbijo N95 profesional, antiparras, comisolines, botas y doble par de guantes, lo que tiene un costo muy alto y que obviamente hay que descartar con cada uno. Todo esto significa que para cada atención haya un gasto terrible que no todos podrán afrontar y no digo que no sea necesario pero hay que ver realmente si sirve o no estar en el consultorio. Además, después de cada visita hay que hacer una limpieza exhaustiva, profunda, descontaminando el consultorio y la sala de espera, lo que hará que los turnos tengan que ser muy distanciados» explicó la doctora Liliana Colman, que tiene casi tres  décadas de atención odontológica, y que desvío las llamadas del consultorio a su domicilio para poder atender las consultas durante la cuarentena y darle respuestas a todos aquellos que lo requieran. Como ella, muchos profesionales tienen más dudas que certezas.

«Hasta ahora solo atendimos urgencias y lo que se pudimos lo canalizamos vía telefónica, mientras tanto todo lo que era ortodoncia u otro tipo de atenciones quedaron parados, rezagados» indico y añadió: «Por otro lado las obras sociales no cubren las practicas durante la pandemia, y solo se hacen urgencias teniendo en cuenta el protocolo acordado con cada una de ellas».

Respecto de poder volver  o no a atender en el consultorio, Colman opinó que «por el momento, creo que no están dadas las condiciones».

«Este último mes y medio, por respeto a los pacientes, estuvimos tratando de resolver las diferentes  consultas en forma telefónica, y solo cuando había dolor e hinchazón hacíamos alguna practica necesaria. Sabemos que tenemos que cuidarnos entre todos».

Por otro lado la odontóloga enfatizó: «En el consultorio tenemos los gastos fijos que ya son abultados y ahora surgen los cuidados ante el virus. Nosotros trabajamos normalmente hasta el 19 de marzo y luego se cortaron las consultas y practicas completamente, se suspendieron los turnos asignados y todo lo que estaba previsto».

«La Federación planteó que se le cobre entre 400 y 600 pesos el material descartable a cada paciente, pero la verdad es que no alcanza tampoco» confió Colman. Hay que tener en cuenta que una consulta odontológica promedio tiene un costo de  1000 pesos actualmente e incluye alguna práctica relacionada con la consulta. A eso habría que agregarle el costo de los desechables. «El tema es que no usar los elementos de protección sería una irresponsabilidad nuestra porque pone en riesgo al paciente y a nosotros».

«Esos elementos deberán desecharse delante del paciente para que este tranquilo que eso se descarta y no se reutiliza. Es una cuestión de sentido común, en definitiva no es que uno quiera o no atender después de tantos años, pero tenemos que rever todo y tenemos la responsabilidad con los pacientes después de tantos años».

Un representante del consultorio de Alicia Rando también puso énfasis en las necesidades de los pacientes y los protocolos impuestos por las obras sociales que determinaron que se atiendan solo las urgencias, por el momento, y hasta que se normalice la situación.

«IOMA, por ejemplo, solo atiende un código de atención, el resto se trata de hacer una atención rápida en forma telefónica. PAMI igual, solo atiende las urgencias».

«Los kits de bioseguridad tienen un costo de 450 pesos aproximadamente, y sobre ese valor hay muchas especulaciones. Antes una caja de guantes costaba 2200 pesos y hoy no bajan de 4200 pesos y IOMA pide dos pares de guantes en los protocolos nuevos» explicó.

«Pero sobre todo el paciente es un vecino y merece respeto. Según el problema a muchos se los invita a concurrir o pedir directamente asistencia en las obras sociales que tienen centros propios de atención para que puedan resolverlo en el momento».

Ópticas

Respecto al servicio de ópticas también la mayoría abrió sus puertas, en horario reducido y con una modalidad muy lejos de lo que están acostumbrados. «Tenemos abierto de 10 a 15, y se toman turnos en la pagina web o por facebook.  También hay gente que se acerca directamente porque no sabe y tienen que esperar afuera» precisó la encargada de Óptica Berazategui ubicada en calle 14 y 142 que tiene 17 años en el rubro.

«Igual no tenemos muchas consultas, porque la realidad indica que la gente prioriza en otras necesidades. Los lentes son en su mayoría bastante caros y no todos están en condiciones de afrontar ese gasto» explicó. Todos los clientes deben ingresar con barbijos y hay pocos pedidos de lentes con graduación. «Por lo que sabemos hay pocos oculistas que están trabajando, y se manejan solo con urgencias, ya que son necesarias  muchas medidas de seguridad para las consultas, por lo que no es posible el distanciamiento» explicaron.

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