De acuerdo con el relevamiento del Indec, el kilo de azúcar costaba $252 en diciembre de 2022 y pasó a valer $871 en el último mes, en tanto que la naranja saltó de $137 a $449 en el mismo período. El arroz blanco simple trepó de $184 a $582 y el tomate redondo, de $232 a $702. Y la docena de huevos dio un salto de $412 a $1247.
Sin llegar a ese extremo, otros alimentos mostraron subas muy por encima del promedio. Se trata de la de papa (192%), la carne picada común (182%), la paleta (161%) y el cuadril (161%), las arvejas secas remojadas (153%), la nalga (153%), el filet de merluza fresco (141%) y el asado (129%).
Son brechas que golpean fuerte en la mesa y en los cálculos que determinan el índice de pobreza en el país. La suba de alimentos afecta más a las personas de menores recursos que viven al día.
Con estos valores, no es una sorpresa que en septiembre el Índice de Precios al Consumidor (IPC) haya superado los pronósticos que lo ubicaban más cerca del 11% que del 12,7% mensual que finalmente alcanzó, según la medición del INDEC. Es que en la aceleración del IPC de ese mes tuvo mucha influencia el incremento de precios registrado en el rubro de “alimentos y bebidas no alcohólicas”, que a pesar de los acuerdos firmados entre el Gobierno y las empresas aumentó un 14,3%. Un dato preocupante teniendo en cuenta el congelamiento de precios.
Los productos estacionales por lo general son los que más picante aportan al índice: en su momento fueron la papa y la cebolla, en el noveno mes del año la “vedette” fue la banana, que pasó de $575,69 a $841,44, acumulando un salto de 46,2%.
Sin embargo, en el clima de aceleración inflacionaria que se vive desde agosto tras las PASO y la devaluación del dólar, consumos que no tienen estacionalidad también registraron fuertes aumentos.
Es el caso del arroz blanco simple, que en un mes pasó de $460,4 a $582,04 por kilo (26,4%) y la manteca, que costaba $737,77 en agosto y su valor en góndola llegó a $911,65 en septiembre (23,6%). Sal fina (21,2%), huevos (18,7%), jamón cocido (18,4%) y pollo entero (18,2%) también tuvieron marcas muy altas.
En el desagregado del IPC-Indec se observa que el rubro Alimentos y bebidas no alcohólicas acumuló desde enero de este año 117,5% siendo de todos los rubros el que más subió. Le siguen Restaurantes y hoteles (115,4%), Recreación y cultura (114%) y Equipamiento y mantenimiento del hogar (103,9%).
El dato preocupa porque en un contexto donde los salarios corren con desventaja con respecto a los precios, la alimentación es el último consumo que las familias pueden recortar antes de caer en la pobreza.
La Palabra consulto en almacenes acerca de estas subas.
Antonella, del almacén “Anto”, indico “todos los alimentos suben. La leche, la yerba…todo. Prácticamente todas las semanas nos entregan listas de precios nuevos. Es difícil la situación pero ya estamos acostumbrados”.
Por su parte, Jorge, del almacén de 141 y 17, manifestó “el arroz y el azúcar aumentaron más de un 100% seguro en el último año. Más que la inflación sin dudas. Pero mientras la gente compre…”.
21. 10. 2023
Comercio.
Alimentos con fuertes subas
Si bien la inflación que mide el Indec acumuló en lo que va de este año una suba del 103,2%, hay cinco productos (todos alimentos de primera necesidad) que triplicaron sus precios: azúcar (246%), naranja (217%), arroz blanco simple (217%), tomate redondo (203%), huevos docena (203%).
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