Los negocios se vieron impactados por la pandemia: varios meses de aislamiento, poco stock y elevados impuestos dejaron al sector muy vulnerable. Asimismo, los consumidores también cambiaron su forma de comprar. «Adquieren lo necesario y buscan lo más barato», indicó María, de Tienda Colores, y detalló: «Es un consumo responsable, le dan más valor a lo atemporal que a la moda. El cliente está buscando ahorrar».
La empleada mencionó que como estrategia aplicaron un sector de outlet y se mostró muy contenta por los resultados, señalando un leve crecimiento en este tipo de venta. «No son las ganancias esperadas en comparación con el año pasado, pero haber puesto ropa en promoción nos generó que la gente compre y fue positivo, porque el año fue duro».
En concreto, la tienda se dedicó a vender productos de una o más marcas que están fuera de temporada o tienen algún defecto, por lo que son más baratos. «Comenzamos a aplicar el mayor descuento posible y promociones. Seleccionamos de los depósitos las prendas que nos quedaron de años anteriores. Son prendas en buen estado y de importantes marcas, que no se vendieron en su momento y que ahora la gente la solicita mucho».
«El outlet nos está ayudando a sobrellevar enero, que todos los años es muy difícil. Pusimos el cartel en la puerta para que la gente se entere que ofrecemos ropa desde $ 300 en efectivo», contó.
María dijo que el costo de la ropa es porque «está fuera de moda», pero recalcó que a su vez es «atemporal», por lo que las familias pueden aprovechar a comprar para sus niños ropa en buen estado y a bajo costo.
También, Blanca, vendedora de la Casa Mimo, comentó: «La pandemia afectó a todos los sectores. Quizás la ventaja de este tipo de comercio, es que los chicos crecen y todos los años van cambiando el talle de prenda; a diferencia de los adultos que pueden usar un pantalón 5 años, los niños no. Sin embargo, fue un año difícil para todos y las ventas se vieron disminuidas. Brindamos descuentos y promociones para que la gente pueda comprar; el país es inestable y hay que ofrecerle a la gente facilidades de pago».
En relación a la comercialización online, dijo: «Al principio fue bastante estable, pero cuando se habilitó la compra presencial, la gente prefirió venir personalmente y ver las prendas; ya casi no tenemos consultas virtuales».
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