Los defensores han enviado a este medio varias fotografías de cuerpos en descomposición, esqueléticos y mutilados. Según los proteccionistas «no se saben las causas de las defunciones». «Aparecen los animales muertos, quedan ahí por semanas, las autoridades ni los levantan. Es un desastre», manifestaron y agregaron que en el caso de los ciervos «se mueren de hambre», y relataron: «esta especie se alimenta de hiervas y el suelo es totalmente de tierra, entonces para saciarse come corteza de los árboles».
En este contexto, los ecologistas asentaron la denuncia en la Fiscalía Nº 3 a cargo de Gabriela Mateos con el fin de abrir una investigación al respecto y que se «realicen las necropsias correspondientes para determinar los motivos de las muertes», según explicaron. Y llegado el caso «dirimir responsabilidades», sostuvieron.
Lo que se sabe hasta la fecha es que no se ha implicado a ninguna persona relacionada con estos hechos. Por su parte, de forma pública fuentes del Ministerio desestimaron las denuncias y aseguraron que » se trata de una campaña en su contra» y que » los animales muertos quedan allí como alimento para la fauna del lugar».
Sin embargo, los denunciantes siguen de pie con sus acusaciones y están elevando un petitorio para que el Ministerio de Desarrollo Agrario tomé cartas en el asunto. Asimismo, recalcaron que es necesario que «la justicia determine qué es lo que ocurrió sobre este caso».
Actualmente la ECAS se encuentra cerrada al público y se están realizando «tareas de mantenimiento y forestación en senderos y árboles desde principios de septiembre», según expresan desde el ministerio. La intención de la Provincia es volver a abrir en algún momento la reserva para que los visitantes puedan recorrerla.
De todas maneras hay que aclarar que el organismo está enfrentando una causa judicial por «defraudación en la venta de entradas y alimentos para los animales». Por ello, la apertura dependerá del avance en la justicia y de una reformulación de la administración del paseo.
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