La joven tiene espina bífida, una malformación congénita que puede traer múltiples secuelas y que le diagnosticaron al momento de nacer, al tiempo que le dijeron que jamás iba a poder caminar. Claro que eso, con la ayuda de un traumatólogo y un kinesiólogo, lo pudo revertir.

Completamente decidida a cumplir su objetivo, trabaja a diario tratando de conseguir el dinero para el auto adaptado y la indumentaria necesaria. Sabe que no será fácil, pero no tiene pensado bajar los brazos, y para eso la sostienen su familia y sus numerosos amigos. «Tengo muchos amigos en zona sur, en La Plata, Berazategui, Quilmes, todos fierreros como yo, con quienes me une esta pasión que son las carreras de autos, un mundo maravilloso que conocí y del que me enamoré».

«Mi gran sueño es correr en automovilismo deportivo, sería la primera piloto mujer con discapacidad en Latinoamérica, más precisamente en la categoría Fórmula 1100 Bonaerense», indicó Belén, que vive actualmente en Capital Federal, en el barrio de Saavedra, pero su mente está en la pista los autódromos Oscar y Juan Gálvez, Roberto Mouras y el de Roque Pérez, donde se corren las diferentes categorías.

Estudió periodismo deportivo quizás para estar más cerca de su verdadera vocación. «La verdad que no sé de dónde nació esa pasión, solo que desde chica disfruté ver las carreras de TC y Formula 1 con mi familia y amigos», explicó.

Ya como movilera pudo ver desde adentro al deporte y conocer a algunos de sus ídolos, entre ellos Juan «Gato» María Nimo, de 32 años, quien luego de sufrir una lesión medular por un accidente con su moto, adaptó un vehículo para competir en el automovilismo nacional. Desde allí buscó siempre cambiar la visión de la discapacidad y tiene una frase favorita: «la discapacidad es lograr lo mismo de una manera distinta». Con Nimo me pude dar cuenta que «la fuerza de voluntad es todo. Cuando lo vi dije: s`i él puede, yo también algún día».

«Ojalá podamos llevar la inclusión a otros deportes», confió Belén, que necesita al menos 300 mil pesos para comenzar con su proyecto. Ese dinero le permitirá adaptar un auto  que pueda manejar sin utilizar sus piernas.

Si bien hizo natación y equitación, nada la deslumbró tanto como el automovilismo. El año pasado subió a un auto de fórmula armado, en el que probó si podía entrar y salir sola; ese fue el paso más importante. En diciembre se hizo el chequeo médico en el Mouras y en los últimos días estuvo en el Gálvez, donde le otorgaron la licencia para competir. Ahora solo falta la prueba de escape en cuatro segundos, pasado ese desafío estaría en condiciones de comenzar a competir.

«Todo aquel que quiera ayudarme a cumplir con este sueño puede contactarme para colaborar a mi Instagram @belu.honda o Twiter @BeluuAmeijenda y estaré agradecida de quienes se suman a este proyecto.”

Sencillamente se trata de una mujer con carácter, que sabe lo que quiere y busca la mejor forma de lograrlo. Mientrastanto, los amigos, muchos de zona sur, la alientan a jamás darse por vencida.

Etiquetas

Hacé tu comentario

Por si acaso, tu email no se mostrará ;)