La entidad, que preside Cristina Margossian, realiza, con los fondos recaudados, muchísimas obras comunitarias que traen alivio a una gran cantidad de familias.
«Tenemos un montón de cosas que fueron donando: ropa, calzado, mobiliario, artículos de bazar, de todo; es maravilloso todo lo que hace gente. La mayor parte está en mi garage y en las instalaciones de la Sociedad de Fomento Nuevos Rumbos, de La Porteña. Habíamos pedido la autorización para poder hacerlo el 8 de mayo pasado, pero no pudimos por el DNU. Por eso volvimos a insistir ahora. Somos conscientes de la situación sanitaria, pero la feria se realiza al aire libre, en el campo deportivo. Es un lugar enorme, ventilado. Y la gente puede circular respetando todos los protocolos. Generalmente son unas pocas horas», reconoció Cristina, que aclara que, como en diciembre pasado, «se tomarán todos los recaudos necesarios y el ingreso será medido».
La Fundación Juan José trabaja en forma mancomunada con otras entidades solidarias de la zona como Abril Solidario- que es un grupo de mujeres que residen en el country Abril-, Energía, Fuerza Solidaria y Sembrando Oportunidades. Juntas conforman una cadena que permite colaborar con el funcionamiento de comedores y merenderos, entre ellos San Rosa, Emanuel y Luz María, lugares que también recibieron barbijos y otros artículos de primera necesidad. Además, ayudan a gente que sufrió percances como incendios o inundaciones.
Este año, junto al Rotary Club de Berazategui, la Fundación entregó camillas y 120 máscaras de protección al personal médico del Hospital del Cruce Varela.
Trabajan en forma constante también con la sociedad de fomento La Porteña, Nuevos Rumbos. Hace poco estrenaron iluminación y se realizaron 200 metros de veredas de conchilla en el interior de la entidad. «Trabajamos juntos desde hace varios años y, aunque pasaron muchas comisiones, tenemos una excelente relación para hacer las cosas en forma conjunta».
Sus libros
Cristina es autora además de seis libros sobre la trascendencia del alma. Fue quien comenzó con la Fundación Juan José luego de la prematura partida de su hijo, que es hoy su principal inspiración. «El es el jefe, quien nos da fuerzas y nos indica qué camino a seguir», señaló Cristina..
Como su mensaje está cruzando las fronteras, los primeros libros de Margossian serán traducidos al italiano, cosa que causó mucho orgullo y alegría entre quienes la conocen. Además, el séptimo libro está pronto a dar a luz.
Todo lo recaudado en las diferentes presentaciones de las obras literarias también tiene un fin solidario. En Semana Santa de este año, por ejemplo, se compraron zapatillas, útiles y juguetes para los alumnos de la Escuela N° 40 de Catamarca. Permanentemente colaboran con la escuela rural primaria de El Shincal y con otras entidades del norte del país. Incansable, Cristina pone su energía en comprender los pasos que, según advierte, «le señala su hijo desde el cielo».
Los libros de Cristina Margossian pueden bajarse gratuitamente y compartise desde el link www.Juanjo9.com.
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