La Cámara Argentina de Distribuidores y Autoservicios Mayoristas (CADAM) solicitó una reforma laboral destinada a reducir las cargas impositivas y contribuciones que afectan a los empleados de comercio, argumentando que estas disminuyen significativamente el salario neto que perciben los trabajadores. Según un informe reciente de CADAM, de un total de $1.241.189 aportados mensualmente por el empleador, sólo $457.312 llegan efectivamente al empleado, lo que representa apenas el 36,84% del costo laboral total.
Entre las cargas señaladas se encuentran aportes obligatorios al Instituto Argentino de Capacitación Profesional y Tecnológica para el Comercio (INACAP), independientemente de si el empleado utiliza o no sus servicios, y la Contribución Adicional Solidaria a la obra social OSECAC. Esta última, implementada durante la pandemia de COVID-19, continúa vigente con una cuota actual de $5.500 por trabajador, sin importar si están afiliados a OSECAC.
CADAM enfatiza que estas cargas reducen el poder adquisitivo de los empleados y encarecen el costo laboral para los empleadores. Por ello, instan a una reforma que elimine estos aportes, buscando mejorar los ingresos de los trabajadores y aliviar las obligaciones financieras de las empresas.
En respuesta a estas inquietudes, el Gobierno nacional emitió el Decreto 149/2025, que establece que los convenios colectivos de trabajo no podrán imponer aportes o contribuciones económicas obligatorias en beneficio de cámaras empresariales a cargo de empleadores no afiliados, a menos que estos los acepten voluntariamente. Esta medida busca aliviar las cargas económicas sobre las empresas y mejorar la transparencia en las contribuciones laborales.
La implementación de este decreto causó diversas reacciones en el ámbito empresarial y sindical, reavivando el debate sobre la necesidad de una reforma laboral integral que equilibre los intereses de empleadores y trabajadores en el sector comercial.
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