«La pandemia ha puesto a millones de familias argentinas en una situación dramática al agravar de modo significativo las difíciles condiciones que ya enfrentaban. Esta situación requirió de un notable esfuerzo de coordinación y logístico para llevar atención material y contención espiritual a los argentinos más necesitados», destacó monseñor Carlos Tissera, obispo de la Diócesis de Quilmes y presidente de Caritas Argentina, cuando se realizaba una nueva edición de la Colecta Anual.
Este año la colecta se realizó el sábado 12 y el domingo 13 de junio bajo el lema «En tiempos difíciles compartamos más» y por segundo año consecutivo la iglesia católica basó su estrategia en la recolección de fondos a través de las redes sociales y plataformas digitales de donación, cambiando el formato presencial por las restricciones producidas por la pandemia. También hubo sobres y urnas para todos aquellos que deseaban colaborar en las parroquias.
Tras la realización de la misma, Tissera agradeció a toda la sociedad «por su contribución económica» y por «el gesto que tuvo cada uno a pesar de las restricciones sanitarias y de las enormes dificultades económicas que atravesamos como país». Además, dijo que «aportar en la colecta con la plata que podamos es una manera de hacernos cargo de esta crisis». En algunos puntos sí se hicieron acciones presenciales con alcancías en plazas y avenidas, pero fue muy poco. El monto total se dará a conocer, como todos los años, el 26 de agosto, Día de la Solidaridad.
En este contexto, en una reciente conferencia Tissera explicó, además, que le preocupa mucho «el aumento de los precios», pidió «encontrar mecanismos para la compra de alimentos frescos, leches y carnes» a la vez que solicitó «articular entre el sector privado y la sociedad civil» . Por otro lado, invitó a buscar «alternativas que mitiguen el impacto del IVA en la compra de alimentos para comedores y merenderos» y habló de la necesidad «de cuidar a los trabajadores comunitarios».
Tissera explicó que «este año Caritas ayudó en forma material a más de tres millones y medio de personas y distribuyó más de 10 millones de kilos de alimentos, lo que significa un triste record, ya que antes de la pandemia la ayuda llegaba a poco más de un millón de personas. Además, señaló que «con esta colecta ayudamos a sostener otros proyectos en el campo de la educación y la economía solidaria» y añadió: «podemos ayudar a concretar huertas familiares y comunitarias, proyectos de panificación, de construcción y mejoras en las viviendas también».
El obispo rescató que la colecta «es una oportunidad para sentirnos cercanos a aquel que no tiene para comer, a aquel que no tiene un techo o un lugar donde estar» y opinó: «La colecta es la expresión de una madre que abraza y de un padre que acaricia. Aumentamos la asistencia a más de 2 millones de personas durante la pandemia» explicó, y pidió «a los dirigentes políticos, empresarios, a los sindicatos, que nos podamos unir ante la necesidad. Se trata de un gesto de solidaridad y de comunión para que realmente podamos aportar eso que no encontramos en la farmacia ni en el banco: Solidaridad y Fraternidad. Eso nace de los corazones. La colecta es la oportunidad para poner el corazón a esta situación de miseria, dolor y de pobreza que vive la Argentina».
Desde Caritas anunciaron, para todos aquellos que no pudieron donar el fin de semana del 12 y 13 de junio y quieran hacerlo, lo pueden lograr hasta el 30 de junio, por los canales electrónicos. Los interesados pueden conocer más detalles al 0810-222- 74827.
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