Con motivo de conmemorarse el 2 de abril el bautismo de fuego sobre las Islas Malvinas, se hicieron múltiples actos cívicos, en diferentes lugares. También la iglesia se sumó a este recuerdo y celebró un encuentro presidido por el obispo Carlos Tissera, que fue realmente muy emotivo.

La imagen que acompañó a los soldados argentinos durante la guerra de Malvinas y fue recuperada luego de 37 años, lapso en el que estuvo en manos inglesas, estuvo el pasado domingo en Florencio Varela, donde el obispo Carlos Tissera encabezó una misa en el marco de las celebraciones por el 40º aniversario del conflicto bélico. A su lado estuvo el párroco Miguel Hrymacz, familiares de ex combatientes y veteranos de Malvinas.

Recordemos que, cuando en 1982 los soldados argentinos partieron rumbo a las Islas Malvinas, una imagen de la Virgen de Luján, patrona de Argentina, fue con ellos y tras el desembarco el capellán Vicente Torres decidió resguardarla en la iglesia Santa María, de Puerto Argentino.

Durante más de tres décadas estuvo en Malvinas, pero en una entrevista publicada por un diario malvinense, un médico de guerra inglés habló de su existencia. Fue allí cuando los ex combatientes no dudaron en ir por ella y le transmitieron su intención al Papa Francisco, que fue el encargado de establecer un nexo. Luego se iniciaron conversaciones con la curia militar británica y pronto hubo un acuerdo. Consensuaron la idea de otorgarles una réplica de la figura que viajó a la Argentina, para que ocupara el lugar que iba a quedar vacío.

Esa misma imagen es la que estuvo este fin de semana en la parroquia Inmaculada Concepción de la Medalla Milagrosa, Bombero Senzabello 683, en Florencio Varela, en el marco de la Misa del 5° domingo de Cuaresma.

Durante la celebración se pidió por los veteranos y las vidas que «se quedaron para siempre en las Islas Malvinas, por sus familias y por quienes aún sufren las consecuencias de esa guerra».

«Hoy tuvimos la presencia de esta virgen que acompañó a nuestros hermanos en aquellas frías tierras, haciendo presente a aquellos que dieron la vida para que tengamos un país soberano, que amamos y que construimos todos los días», indicó el obispo.

El intendente de Florencio Varela, Andrés Watson, también compartió la misa y destacó que «fue muy emotivo escuchar las palabras de los soldados. Ellos tuvieron una relación particular con la imagen de la Santa Madre, a quien le rezaban durante el conflicto bélico- y agregó – fue una experiencia conmovedora y movilizante.

Uno de los protagonistas del enfrentamiento armado, Juan Carlos Sosa, enalteció la posibilidad de tener la figura religiosa y puso de manifiesto «todo el respaldo de la comunidad en los tributos rendidos. Es una población que nos abrazó  como nunca. Si bien desde que retornamos nos apoyaron, en la última vigilia sentimos el calor más acogedor que pudo existir”, confió.

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