Por decisión del Papa Francisco, el obispo auxiliar de Quilmes Marcelo Julián «Maxi» Margni fue nombrado como Obispo de la Diócesis de Avellaneda- Lanús. La noticia se hizo pública el sábado pasado, Día de San Cayetano, y la dió a conocer el encargado de Negocios de la Nunciatura Apostólica, monseñor Aliaksadr Rahinia.
El padre «Maxi», como se lo conoce, tiene 49 años, llego al mundo el 12 de septiembre de 1971 y, aunque nació en Avellaneda, desde sus primeros años vivió en Berazategui. Cursó sus estudios primarios en la Escuela N°9 y secundarios en el Instituto Manuel Belgrano de esta ciudad. Ingresó al Seminario María Reina de los Apóstoles en 1992 y, luego de obtener el título de Profesor en Filosofía y Ciencias de la Educación, fue ordenado el 24 de septiembre de 1999 por el obispo Jorge Novak.
En 2005 obtuvo la Licenciatura en Teología Pastoral en la Universidad Salesiana de Roma. Fue Vicario de la Parroquia Sagrada Familia de Berazategui, en San Cayetano de Bernal Oeste y en San Martín de Porres de Florencio Varela. También fue administrador parroquial de la iglesia Virgen de Caacupé y rector del Seminario donde se recibió, desde 2013 a 2018.
En diciembre de 2017 el Papa Francisco lo designó como Obispo Auxiliar en Quilmes y el 16 de marzo del año siguiente fue consagrado.
Cabe señalar, además, que hace exactamente un año que la Diócesis de Avellaneda- Lanús quedó vacante debido a la renuncia de Rubén Oscar Frassia, debido a su avanzada edad. Durante este período fue gobernada pastoralmente por Rubén Oscar López, en calidad de administrador diocesano. En 2001, el papa Juan Pablo ll unió a la Diócesis de Avellaneda a Lanús, que hasta entonces pertenecía a la de Lomas de Zamora.
La Diócesis que tendrá a su cargo tiene 50 parroquias, 76 sacerdotes y 101 instituciones educativas.
«Hace pocos días recibí el pedido del Papa Francisco- contó el padre Margni- destino que acepté con asombro y gozo. No esperaba esta designación. Los últimos años en los que he acompañado como obispo auxiliar a Carlos Tissera me han regalado una experiencia valiosa de fraternidad episcopal e imaginaba finalizar junto a él su servicio pastoral en Quilmes durante los próximos cinco años. Pero he sido honrado por la confianza del Papa y asumo esta misión con alegría y humildad, consciente de mis límites en esta hora desafiante de la historia», destacó el nuevo obispo de Avellaneda-Lanús.
«Mis nonos, abuelos maternos, con mi mamá de 9 años y su pequeño hermano, vinieron de Italia y se asentaron muy pronto en una zona aún no demasiado poblada de Villa Domínico, a la mitad del camino que une Avellaneda y Lanús. Mi familia paterna ya estaba asentada en Quilmes y Berazategui desde hacía muchos años. Mis padres se conocieron y formaron su hogar en Berazategui, donde crecí junto a mis dos hermanos», narró Margni, al tiempo que profundizó sobre los lazos que lo unen a la zona donde fue designado: «es una parte imborrable de mi infancia. Mi hermana melliza y yo nacimos en el Hospital Fiorito y fuimos bautizados en la Parroquia de Loreto, de Sarandí».
«Cada domingo de mi niñez fue celebrado en la casa de mis nonos y las fiestas navideñas en Wilde, en una mesa grande y poblada de abuelos, tíos y primos. Fue el territorio natural donde crecí y su solo recuerdo me emociona y me hace feliz. Siento entonces que vuelvo a una tierra que no me es ajena, que amo y que me recibe de nuevo cálida, hospitalaria y fraterna», sostuvo el padre Maxi.
Por su parte, el obispo Tissera compartió: «me alegro profundamente que desde ahora puedan ser acompañados en el seguimiento de Jesús como discípulos misioneros, por este nuevo pastor que ha sido mi obispo auxiliar, verdadero hermano y amigo. La iglesia de Quilmes, nacida del seno de la iglesia de Avellaneda hace 45 años, tiene el gozo de entregar a uno de sus hijos para que presida en la caridad esa porción del pueblo de Dios», indicó Tisssera.
«Agradezco en nombre de la Diócesis al padre obispo Maxi su entrega alegre y entusiasta durante su vida sacerdotal y especialmente en estos fecundos años de servicio episcopal. Extrañaremos su compañía fraternal y cordial», expresó después, al tiempo que recordó que el padre Margni fue ordenado obispo el Día del Cura Brochero. «Que él te ayude a ser feliz entreverado en la vida de los pobres», confió.
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