El producto «Johnson’s Baby Powder» dejará de ser comercializado tras recibir varias denuncias, en total 38.000 usuarios se habrían comunicado con la empresa para elevar los problemas de salud que provocaba el producto en los niños y en adultos mayores.
Después de esa problemática, la empresa tomó la decisión de realizar la transición de toda la gama de productos de polvos talco para bebés para que tengan una composición basada en maicena.
«Evaluamos y optimizamos continuamente nuestra cartera para posicionar mejor el negocio para el crecimiento a largo plazo. Esta transición ayudará a simplificar nuestras ofertas de productos, ofrecer innovación sostenible y satisfacer las necesidades de nuestros consumidores», destacó Johnson y Johnson en un comunicado.
Según documentos que aparecieron a finales del 2018, la empresa conocía desde hacía décadas que sus talcos contenían asbesto, un mineral de composición similar al amianto y que tiene efectos perjudiciales. Muchas mujeres demandaron a la multinacional por haber contribuido al desarrollo de enfermedades tales como el cáncer.
De hecho en 2017, un tribunal de Los Ángeles condenó a la farmacéutica a pagar hasta 417 millones de dólares (354 millones de euros de entonces) al considerar que el grupo era responsable de un cáncer de ovario terminal diagnosticado a una mujer de 63 años y en esa ocasión se condenó a la empresa por no advertir adecuadamente del riesgo asociado al uso de sus productos con talco.
Si bien, la compañía se defendió de las acusaciones afirmando que sus talcos son analizados por expertos que indican que serían «seguros», las miles de denuncias y la caída de las ventas tras la polémica hizo que la farmacéutica determine suspender después de 130 años Johnson’s Baby Powder.
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