El 21 de agosto de 1946 el proyecto de Ley de voto femenino fue aprobado por la Cámara de Senadores, para que al año siguiente hiciera lo propio la Cámara de Diputados, luego de un gran debate. Finalmente, el 23 de septiembre de 1947 se promulgó la Ley 13.010. A 75 años de ese acontecimiento se realizaron varios homenajes.
Reconocimientos
Lanteri vivió en el distrito entre 1920 y 1932, y fue realmente una pionera en muchos aspectos. Aquí se la recordaba como la doctora del barrio, que atendía a todos sus vecinos. Jimena Coppolino, directora de Museos Municipales de la Secretaría de Cultura y Educación, recordó: «Lanteri, fue una de las protagonistas de la lucha por el voto femenino que se dio muchísimo tiempo antes de conquistarse este derecho. Ella vivió en nuestro distrito y fue una de las pioneras sufragistas en nuestro país y en la región. De hecho, ella logró votar antes que cualquier mujer en Latinoamérica, 40 años antes de que en Argentina el voto femenino fuera ley».
«Recordar esta fecha nos sirve para seguir construyendo la historia y seguir caminando hacia una sociedad más justa y más igualitaria, con más derechos para todas y todos», reflexionó la funcionaria y agregó: «A Julieta la vemos presente en muchos rincones de Berazategui, en el espacio público, en el Museo histórico, porque honramos su figura y su lucha; y no solo en lo referido al sufragio femenino, sino también en cuanto a su lucha personal por los derechos de las minorías».
En el Museo Histórico de Berazategui, ubicado en calle 149 y 23, se inauguró una muestra en la que se puede apreciar su figura, sus frases más célebres y un fragmento de su historia. «Ella siempre tuvo, como dijo Dora Barrancos (conocida socióloga y doctora en Historia), una tozuda imaginación para la conquista de los derechos». Fue realmente un estandarte en la lucha por la reivindicación de los derechos de la mujer y de los niños.
Su vida no fue color de rosas
Nació en Italia como Giulia, y de muy chica emigró a la Argentina con su familia. Inteligente y astuta, logró ser la primera mujer que votó, en 1911, en la Argentina, a pesar de ser discriminada por los varones de su época, que insistentemente trataron de amedrentar su carrera política y científica. Con un pequeño grupo de mujeres, logró fundar el Partido Feminista Nacional y la Asociación Universitaria Argentina, dos espacios que sentaron precedentes en nuestro país.
En 1909, propuso en la Asociación de Universitarias Argentinas la organización de un Congreso Femenino Internacional para las celebraciones del Centenario de la Revolución de Mayo.
Más tarde, en las votaciones, aunque Lanteri cumplía con todos los requisitos no quisieron anotarla para sufragar, entonces recurrió a la justicia y le dieron la razón. El domingo 26 de noviembre de 1911 votó en la mesa instalada en el atrio de la parroquia San Juan Evangelista, en el barrio de La Boca. También fue una de las primeras farmacéuticas y médicas, sitios reservados para los hombres en aquel entonces. Crítica aguda de los políticos de su tiempo, los acusaba de preocuparse más por la salud del ganado que de la población.
En los medios gráficos de la época la llamaban despectivamente «La Lanteri», cuando se convirtió en la primera mujer candidata a un cargo electivo desde el Partido Feminista Nacional, con una plataforma electoral altamente progresista que incluía la licencia por maternidad, el subsidio estatal por hijo, la protección a los huérfanos y la prohibición de la producción y venta de bebidas alcohólicas, la abolición de la prostitución reglamentada, el sufragio universal para los dos sexos, igualdad civil para los hijos legítimos y los conceptuados no legítimos; horario máximo de 6 horas de trabajo para la mujer; salario igual para trabajos equivalentes para los dos sexos; jubilación y pensión para todo empleado u obrero. El apoyo recibido no pasó inadvertido, tuvo mas de 1.750 votos sobre un total de 154 mil, pero donde todos los que votaban eran varones.
Trágicamente fue atropellada por un auto que subió a la vereda marcha atrás en la esquina de Diagonal Norte y Suipacha en febrero de 1932, a los 59 años. El conductor era David Klappenbach, un afiliado de la legión cívica, partido único durante el gobierno de facto, y Julieta murió dos días después, luego de una larga agonía.
La Chaqueña
Construida en 1850 bajo el nombre de Villa Edelmira, es una amplia vivienda ubicada sobre la avenida Néstor Kirchner y 24. Se trata del último lugar que habitó Julieta Lanteri hasta su muerte. Durante años funcionó una histórica panadería, “La Chaqueña”, declarada de “interés histórico” por el Honorable Concejo Deliberante municipal. Sin embargo, ahora ultiman detalles para abrir un restaurante de alto valor cultural.
Se destacan las amplias habitaciones características de la época, con enormes ventanales y un subsuelo. Allí esta la cocina, un sitio para destacar, que conserva las máquinas y hornos de la panadería que cerró en 2019, luego de 65 años de actividad, por la enfermedad de los fundadores y una crisis económica nacional que se venía acrecentando.
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