Los clientes con altos ingresos sufrirán un fuerte aumento de las tarifas de luz que va entre el 85% y 90%, mientras que los comercios tendrán subas escalonadas: en mayo el 31%, agosto 17% y noviembre 7%. «Se espera que los subsidios a la energía disminuyan al 1,5 % del Producto Interno Bruto en 2023”, marcan desde el FMI, y agregaron: “Por mientras se estima que mejore la recuperación del costo promedio, lo que refleja una combinación de costos de producción más bajos y tarifas reales más altas».
A su vez, la Secretaría de Energía invitó a los usuarios a anotarse en el Registro de Acceso a los Subsidios a la Energía (RASE), ya que aquellos que no se hayan anotado en el mismo deberán abonar la tarifa plena. El objetivo de que las tarifas reflejen la totalidad de los costos está propuesto desde principios de año, pero se decidió demorar la quita total del subsidio debido a que hay varios usuarios de bajos ingresos que no se habían anotado aún en el RASE.
Según datos oficiales, de los casi 16 millones de usuarios de electricidad existentes, más de 5 millones figuran como de ingresos altos, lo que equivale a un 34% de los hogares, y eso sucede ya que todo aquel que no se anotó, automáticamente es caracterizado en esa categoría de ingresos elevados y perderá su subsidio.

Los detalles y porcentajes de aumento ya fueron informados e incluidos en el informe del FMI, en donde se detalla la aprobación de la revisión de la economía argentina, del último tramo del año 2022.

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