La llegada de la pandemia puso en espera muchos proyectos, generó pérdidas económicas e imposibilitó a una gran cantidad de chicos de una actividad tan importante en su desarrollo como lo es la práctica deportiva. De a poco, todo eso empieza a ordenarse, a la espera de la «nueva normalidad».

Leandro Lorenzini, presidente de la institución, contó a Pereiódico La Palabra que «antes de la pandemia veníamos con una fuerza increíble, con la idea de poder competir en la liga Lujanense y acceder al Torneo Federal. Lamentablemente todo esto que está ocurriendo hizo que la competencia se suspendiera, pero seguimos adelante».

En cuanto a lo deportivo, Lorenzini explicó que en las últimas semanas se retomaron las obras de acondicionamiento de las tres canchas con las que cuenta la institución: dos auxiliares y la de primera división. Además, volvieron los entrenamientos: «Hace 15 días empezaron a entrenar los juveniles mayores de 18 años, en grupos separados, y esta semana arrancó a entrenar la Primera División, siempre respetando los protocolos, con el distanciamiento recomendado y las medidas de higiene necesarias para evitar posibles contagios», señaló. «La idea es que en lo que resta de año se trabaje la parte física para después poder volver a disputar algún amistoso. La realidad es que la Liga Lujanense está suspendida por este año, pero queremos mantener el ritmo y estar bien para cuando se reinicie todo», indicó. Actualmente, el club cuenta con tres categorías de juveniles entre las que suman 70 jugadores, y una Primera División con un plantel de 25 futbolistas.

En cuanto a lo económico y el impacto que tuvo la pandemia, Lorenzini explicó que, si bien es un club amateur, hay gastos que deben solventarse. «Tenemos varios sponsors que nos vienen ayudando desde antes de la pandemia y que nos permiten llevar adelante obras y mantener el club en condiciones. A partir del parate obviamente esos ingresos dejaron de estar, y si bien algunos de esos sponsors quisieron seguir contribuyendo, nos pareció que al no poder retribuirles con la publicidad no está bien recibir dinero». Asimismo, Firenze tenía pensado comenzar a inscribir socios para, con el ingreso de dinero a través del cobro de cuotas mensuales, solventar gastos e invertir en mejoras: «Pensábamos ofrecer algún tipo de beneficio a cambio de un pago mensual. Era una idea que quedó en espera por la pandemia. Hoy tenemos en camino obras como los vestuarios y los baños, y queremos seguir haciendo más, esperemos poder solventarlas», sostuvo Lorenzini.

El presidente de Firenze también se refirió al rol social que cumple la institución y destacó que «muchos chicos vienen al club y tienen un espacio de contención y donde desarrollarse deportivamente. Creemos que es muy importante el rol nuestro para sacar a chicos de la calle, especialmente porque estamos en una zona alejada de los centros urbanos como es El Pato. Vienen chicos de diferentes lugares, con distintas realidades y eso es muy bueno», opinó. Consultado acerca de si reciben algún tipo de ayuda de parte del estado, Lorenzini explicó que «Nos hubiera gustado, pero no nos dieron mucha bolilla. Acá vienen muchos chicos de la calle, hay mucha actividad, pero no se hicieron presentes, es raro no tener el apoyo de ellos», sostuvo.

Por último, Lorenzini habló de las expectativas de cara al futuro de Firenze: «Esperamos que el club se haga fuerte y perdure en el tiempo, poder dejar bases sólidas para ser reconocido más allá de lo que es un club de fútbol, no quedarnos con lo deportivo solamente. Es el sueño que tengo».

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