El ataque a Clarín merece justicia y repudio público

Algo inesperado y grave en un país que acaba de elegir a sus representantes en el Congreso, en las legislaturas provinciales y en los concejos deliberantes sin ningún inconveniente. Es decir, un ataque a la libertad de expresión sin que nadie se lo adjudique. Una señal preocupante que debe ser investigada y esclarecida por la justicia. Y condenada por todos los sectores de la política y la sociedad en general.
La empresa hizo la denuncia correspondiente y el Juzgado Federal N° 9, a cargo del juez Luis Rodríguez, quien caratuló la causa como «intimidación pública», y se encuentra analizando videos y realizando tareas investigativas para determinar quiénes son los autores materiales del ataque. En uno de los videos se ve cómo los agresores -aproximadamente nueve personas- arrojan botellas con combustible prendido fuego.
La Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (Adepa) condenó enérgicamente el ataque contra la sede del Grupo Clarín: “es una expresión violenta de intolerancia contra un grupo de medios de comunicación y configura un grave ataque a la libertad de expresión, y exige el rápido esclarecimiento y la sanción a sus responsables”.
El hecho, protagonizado por personas encapuchadas que no fueron identificadas hasta el momento, fue repudiado apenas se conoció por dirigentes políticos del oficialismo, de la oposición y por periodistas que se solidarizaron con los trabajadores de Clarín.
Es de público conocimiento que desde el oficialismo algunos dirigentes tuvieron durante la campaña electoral, expresiones que alientan un clima hostil respecto a algunos medios críticos al Gobierno. De ninguna manera ello justifica ningún tipo de acción violenta.
La política y la sociedad toda debe repudiar públicamente este accionar violento que atenta contra la convivencia democrática que tanto nos costó conquistar a los argentinos.