Cuando el mosquito se alimenta con sangre de una persona enferma de dengue y luego pica a otras personas, les transmite esta enfermedad. El contagio solo se produce por la picadura de los mosquitos infectados, nunca de una persona a otra, ni a través de objetos o de la leche materna. Sin embargo, aunque es poco común, las mujeres embarazadas pueden contagiar a sus bebés durante el embarazo.

Los síntomas más comunes del dengue son la fiebre acompañada de uno o más de los siguientes síntomas: dolor detrás de los ojos, de cabeza, muscular y de articulaciones; náuseas y vómitos; cansancio intenso; aparición de manchas en la piel y picazón y/o sangrado de nariz y encías.

Ante estos síntomas se debe acudir al centro de salud de inmediato para recibir el tratamiento adecuado y nunca tomar por cuenta propia aspirinas, ibuprofeno ni aplicarse medicamentos inyectables. Lo más conveniente es consultar al médico para que él indique la medicación adecuada.

Como hasta el momento no hay vacuna ni tratamiento específico para el dengue, los cuidados son fundamentalmente en base a lo sintomático. A las personas infectadas se les recomienda tomar abundante agua para reponer líquidos y realizar control y seguimiento médico diarios.

Al mismo tiempo, para prevenir el dengue deben eliminarse todos los criaderos de mosquitos, es decir todos los recipientes que contienen agua tanto en el interior de las casas como en sus alrededores. Muchos de los recipientes donde el mosquito se cría no son de utilidad (latas, botellas, neumáticos, trozos de plástico y lona, bidones cortados). Estos recipientes deben ser eliminados. En caso de que los mismos no puedan desecharse, debe evitarse el acceso del mosquito a su interior (tapando tanques, aljibes y/o cisternas) o evitando que acumulen agua, dándolos vuelta (baldes, palanganas, tambores) o vaciándolos y cepillando frecuentemente (portamacetas, bebederos), o poniendo los mismos al resguardo bajo techo (botellas retornables). La fumigación no es suficiente para eliminar el mosquito.

También es importante prevenir las picaduras del mosquito usando siempre repelentes, siguiendo cuidadosamente las recomendaciones del envase, y ropa clara que cubra los brazos y las piernas, especialmente durante las actividades al aire libre. También es bueno colocar mosquiteros en puertas y ventanas, y cuando sea posible usar ventiladores o aire acondicionado en las habitaciones, así como también proteger cunas y cochecitos de bebés con telas mosquiteras y utilizar repelentes ambientales como tabletas y espirales.

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