Incluso muchas de las mencionadas instituciones tienen sus bienes embargados y se ven obligados a cobrar cuotas altas para evitar la quiebra. Los más complicados han comenzado a vender propiedades o parte de sus terrenos para evitar desaparecer.
Estos juicios- que forman parte de una industria sumamente creativa en nuestro país- son por parte de los caddies de golf que, asesorados por abogados leoninos, han provocado un revuelo en estas entidades centenarias.
El oficio de Caddy -que hoy está en vías de desaparecer- lo desarrollaba gente que durante muchos años cargaron la bolsa con los palos de los jugadores e incluso asesoraban a los socios en sus recorridos en cuanto a qué palo podía ser de mayor utilidad para los tiros.
Siempre fue un servicio informal a cambio de una propina y solo en algunos pocos casos era regular; sin embargo, estas sociedades se convirtieron en juicios laborales por relación de dependencia encubierta y muchos fueron directamente contra los clubes.
Hace algunos años que la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo falló a favor de ellos y las sentencias y los cálculos de actualización que se utilizan en el fuero determinaron indemnizaciones millonarias que, por supuesto, los clubes no pueden afrontar, ya que es bien sabido que este tipo de disciplinas está en declive y mucho les cuesta a las instituciones poder sostenerse.
Por ejemplo, el Jockey Club tiene 210 procesos en curso, en diferentes instancias. En uno de ellos fue condenado a pagar 800 millones de pesos. El Olivos Golf Club también está entre los más afectados. Tiene cerca de 40 demandas vigentes y, según lo que se pudo reconstruir, tuvo decenas de causas que fueron “conciliadas”.
En el caso del Hindú Club, otro de los apuntados, las 10 demandas encabezadas por ex caddies han llevado a la institución al borde del concurso preventivo. “Quizá hace 40 años Hindú era la representación de la opulencia. Pero hoy la mayoría de los socios son de clase media, personas laburantes a las que les cuesta pagar la cuota.”
Lo cierto es que muchos coinciden que los caddies nunca fueron empleados del club. Se los dejaba pasar para que trabajaran para los golfistas, e incluso la relación comenzaba puertas afuera, donde los jóvenes contactaban a los jugadores.
¿Qué pasa en el Ranelagh Golf Club?
Considerado uno de los clubes más importantes del país, nuestro Ranelagh Gof Club, ubicado a escasos metros de la casa donde viviera el maestro Roberto De Vicenzo y a menos de 100 metros de la estación del ferrocarril, no tuvo que pasar por estas tertulias; aún así las cosas no son fáciles para ellos.
Joaquín Chumbinho, vicepresidente de la entidad, indicó al respecto que “es difícil hablar de ciertos temas que tienen trasfondo legal. En la institución hace mucho tiempo que no hay caddies. Décadas atrás tenían incluso un sector donde se concentraban y podían dejar sus pertenencias, pero nunca fue una cuestión del Club, sino que venían los socios y había muchachos, jóvenes y adultos, que se ofrecían a llevar los bolsos con los palos y a acompañar a los jugadores. Por este servicio se les daba una propina. Incluso llegaron a tener cierta jerarquía, porque algunos solo llevaban los palos y otros podían hasta opinar sobre el golpe y el palo a utilizar, y era otro costo. Era algo informal hasta que alguien le vio la veta legal. Eran de gran ayuda muchas veces, pero hoy con los carritos este oficio casi desapareció”.
El integrante de la comisión directiva se mostró preocupado por la posible quiebra de clubes con “mucha historia” y definió que “se hace mucho sacrificio normalmente para mantener las instalaciones”. Dijo, además, que hoy la disciplina “no es tan elitista, como hace muchos años atrás”, donde iban las familias más adineradas de la sociedad. Hoy, por el contrario, los clubes reciben socios de clase media que juegan o que lo elijen como espacio social.
En el club de Ranelagh, por ejemplo, está funcionando una escuela para niños y adolescentes de 8 a 15 años que se desarrolla de viernes a domingo, para fomentar el golf y para tener otra entrada económica.
Como todo cambia, hay modificaciones en proceso de manera constante. Hace años que el sector donde antes estaban los caddies desapareció y hoy tiene otro uso, claro que esto fue en desmedro de muchos que lo tomaban como una fuente extra de dinero. En los alrededores del golf hay muchas historias por contar de gente que hoy ya está entrada en años, pero que veía en el club una posibilidad de incrementar sus ingresos, sobre todo los fines de semana.
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