«El club nace con la intención de sacar los chicos de la calle, sacarlos de las cosas malas e insertarlos en el mundo del deporte», explicó Alegre y agregó: «El chico que no puede pagar una cuota en una institución grande. Le damos la posibilidad de que juegue y no pague y tenga la oportunidad de jugar con los equipos grandes».
Tras la pandemia, el Club Liceo no paró un segundo de crecer tanto en los arreglos del lugar como en el trabajo para realizar un camino de éxitos en la cancha. «Cuando se liberó todo empezamos a jugar la Liga Regional Sur. Luego como salimos tres veces campeones, pasamos a jugar la liga mayor de AFA en La Plata», indicó.
«Tenemos alrededor de 18 categorías masculinas y femeninas. Desde primera hasta categoría 2017. Estamos educando a los chicos inculcando valores de prolijidad, disciplina, entrenamiento y trabajo en equipo. Con mi mujer y mis hijos estamos sacando al club adelante», señaló.
Asimismo, el presidente sostuvo que fue un año importante para el Liceo. «Somos un club chico, pero con un corazón grande. Recibo una colaboración enorme de los profesores y técnicos. Se viene un campeonato de AFA que queremos pelear entre los 40 equipos y estamos buscando que las chicas del fútbol femenino entren a AFA», concluyó.
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