Los jugadores locales increparon a los visitantes y todo terminó en patadas y trompadas, producto de un pésimo arbitraje que perjudicó al Naranja. Comenzó minutos antes del final, con gritos cruzados entre el entrenador de San Martín y Jorge Balanda, uno de los dos técnicos de Berazategui. Ni bien el árbitro Kresta marcó el final del partido, la discusión entre ambos fue subiendo de tono y empezaron a agredirse, dando inicio a una verdadera batalla campal que incluyó patadas voladoras, trompadas, empujones y hasta la intromisión de plateístas (si bien solo se permiten allegados, en las tribunas del Normal Lee había al menos doscientas personas) que saltaron al campo de juego para sumarse a la pelea.
En el juego se destaca que la victoria por 3-2 es la primera en nueve fechas para el equipo de Burzaco, en donde se destacó Lautaro Núñez con un triplete, mientras que para el elenco local habían marcado Jonathan Smith y Nicolás Mamberti. Si bien el árbitro no tuvo incidencia en los goles de San Martín, los jugadores y técnicos de la ADB mostraron su enojo por varios fallos que, según entendieron, los perjudicaron.
Horas después del partido, desde la Asociación Deportiva Berazategui emitieron un comunicado en el que se informó que “se sancionará ejemplarmente a quienes hayan participado de los mismos. No dejaremos que nuestro escudo y la pelota se vean manchados por este tipo de sucesos”. Sin embargo, pasadas las horas aún no se conocían esas sanciones, como así tampoco las de la Asociación del Fútbol Argentino, que podrían derivar en la quita de puntos para ambos clubes y de la localía para el equipo Naranja.
En lo deportivo, la ADB quedó con 12 puntos y se ubica séptimo en la tabla de posiciones, mientras que los de Burzaco lograron despegarse del fondo y ahora tienen ocho unidades, ubicándose en el 13° lugar. El líder del torneo de la cuarta categoría del fútbol argentino es Ituzaingó, con 20 unidades.
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