A la espera de un índice inflacionario de agosto que podría ser récord en 20 años a superar el 10%, de cara a septiembre algunas consultoras advierten por una suba mayor en el Índice de Precios al Consumidor (IPC). A la inercia inflacionaria podría sumarse el incremento en el valor de la harina común a la salida del molino, que se espera que tenga impacto en el precio del pan al consumidor.
Es que la Secretaría de Comercio fijó un aumento del 5% para los precios de referencia de la harina común a la salida del molino, en el marco del Fondo Estabilizador del Trigo Argentino (FETA) –programa ideado para subsidiar a la bolsa de harina con un 1,3% de lo recaudado con las retenciones de los derivados de la soja-.
La medida, que puede impactar en el precio del pan, se formalizó a través de la Resolución 1453/2023, publicada en el Boletín Oficial.
De acuerdo a los fundamentos del aumento, se señala que es “consecuente con la evolución del resto de los componentes del costo de los productos derivados de la harina de trigo”.
En consecuencia, el valor que rige desde ahora para la harina 000 es de $2.594 para las bolsas de 25 kilogramos (antes, $2.471) y para la tonelada, $101.814,50 (antes, $96.986,75).
Se tomó como referencia un precio del trigo de $54.715,40 la tonelada, un 5% más que el ajuste anterior -del 7,9%- que había sido aplicado el 24 de agosto último.
Las subas tienen en cuenta como referencia las variaciones del precio FAS del trigo en un 40%, la de la inflación mayorista en un 30% y la de los salarios en el otro 30%.
Por su parte, según los considerandos de la resolución “esta actualización de los valores del FETA implica una variación acumulada del precio de la bolsa de harina 000 del 63% para los primeros 9 meses de 2023” y del “83,1% con respecto a los valores vigentes para septiembre de 2022”.
El nuevo incremento podría tener un impacto en el valor del pan, ya que la harina es un componente fundamental para su elaboración.
El FETA se dispuso mediante el decreto 132/2022 del 19 de marzo del año pasado, “debido el aumento sostenido del precio de los alimentos” que “impactó fuertemente en el trigo, el maíz, el girasol y sus derivados a partir del inicio del conflicto bélico entre la Federación de Rusia y Ucrania”.
El gobierno implemento el fideicomiso en procura de garantizar un valor de referencia para el trigo en el mercado interno, “que permita conservar una estabilidad en la participación de la bolsa de harina como componente del costo de los productos que de esta se derivan”.
Aunque conviene aclarar que no todas las panaderías trabajan con la harina subsidiada por el Estado Nacional. Entre las que cuentan con el subsidio y las que no, es evidente la diferencia de precios por bolsa entre ambas.
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