«Todavía no nos habíamos podido reponer del robo terrible que sufrimos en la sede hace 2 años, cuando delincuentes enmascarados saquearon las cajas fuertes, y tuvimos que sufrir 32 nuevos robos en lo que va de este año; el último antes que comenzara la cuarentena. Nos roban el tendido de cables, miles de metros ya se llevaron, que luego hay que reponer y es muy costoso, porque tienen filamentos de cobre. Más allá de eso, además, dejan a un montón de clientes sin servicio y hay que organizar a las cuadrillas para poder recomponer todo ese daño», denunció Lidya Pigozzi, titular de la Cooperativa, preocupada por la situación.
«Hoy, por el costo, reponer tantos metros de cobre es insostenible. No podríamos soportar otro robo», precisó Pigozzi durante la entrevista. «Para colmo, los delincuentes saben dónde elegir, lo hacen en los lugares dónde el cableado es más grande, en las troncales que tienen más de 300 pares, o sea que llegan a más de 300 domicilios. Después de cada robo queda el tendal de clientes sin servicio. En una sola noche, por ejemplo, han llegado a robar en dos lugares distintos, y en otra oportunidad, los trabajadores habían estado trabajando hasta muy tarde, en las canastas, tratando de empalmar el cableado y durante la noche se llevaron el cable, lo que habían repuesto. Es terrible lo que sucede».
Las zonas más complejas son las que están cerca de la Ruta 36, en el límite entre El Pato y La Plata, y en la Ruta 2, cerca del cementerio Valle de Paz. Sectores con mucha arboleda y dónde los malhechores pueden esconderse mejor.
El último recurso para sorprenderlos fue ponerle alarma al cableado. En marzo lograron detectar a un grupo gracias al aviso de la compañía contratada. Efectivos de la comisaría de El Peligro lograron detener a uno de los malvivientes, pero no se tienen mayores novedades en cuanto al arresto, sí que se trataba de un vecino de Florencio Varela y que la figura del robo de cables conforma un delito penal. «Nos preocupa porque, más allá de eso, hay gente que compra ese cobre y eso también es delito», consignó Pigozzi.
La sede estuvo cerrada desde el 19 de marzo al 6 de abril. Hoy atiende en horario normal pero con una merma importante de su personal. «Vienen los que pueden, porque hay muchos que son personas de riesgo, tienen enfermedades crónicas como asma, o son madres con niños. Con los que vienen estamos tratando de sobrellevar la situación, que no es nada fácil, claro. Desde la Cooperativa valoramos mucho su esfuerzo. En esta etapa es difícil ser justo o ponerse en el lugar del otro, cuando todos cobran sus sueldos completos. Ponemos de relieve a los que tienen la camiseta puesta, el problema es hasta cuando vamos a poder sostener esto».
Refiriéndose al trabajo de los técnicos, la titular de la Cooperativa detalló que «el cableado se pone hasta la puerta del domicilio y después el cliente se ocupa de ubicarlo en su lugar dentro de la casa».
Otro tema preocupante son los deudores. «La pandemia fue la excusa perfecta para los morosos de siempre y como el gobierno estipuló que no se puede cortar el servicio a pesar de la mora en los pagos, ellos aprovechan».
La situación de la escuela es similar. «Tenemos 35 maestros y unos 283 alumnos entre las salas de inicial y primaria completa. Son aulas con pocos chicos, casi personalizadas. Los maestros están comprometidos y tienen programadas las clases tratando de seguir con la continuidad pedagógica. Nosotros no tenemos ningún tipo de subvención y hay que abonar los sueldos docentes y no docentes completos, por eso aquí también estamos bastante complicados», destacó Pigozzi.
Fibra óptica
«Tenemos el proyecto de fibra óptica a media máquina. Es el futuro y ya tenemos muchos sectores que están funcionando, tenemos 1100 servicios de fibra óptica y 300 de televisión, que es nuestro sueño. Esta es la parte positiva del año, dentro del balance que cierra el 31 de mayo. Hemos perdido 60 preciosos días de trabajo hasta ahora, pero tenemos muchas expectativas en cuanto a este proyecto que iniciamos hace poco tiempo. Es una inversión muy interesante que traerá con el tiempo beneficios para todos. Es un sector donde tenemos mucha competencia y por eso hasta ahora no tenemos ganancias significativas, pero no podíamos quedarnos inactivos, metimos primera y seguimos adelante, fiel a nuestro estilo. Pensemos que en 1984 para ir a hablar por teléfono teníamos que trasladarnos kilómetros, hoy tenemos una realidad muy diferente. Contamos con la escuela, la cochería, el tendido de gas y la fibra óptica, que es la última tecnología que conocemos, no hay nada mejor- destacó la presidenta de la institución y aseveró- veníamos trabajando mucho, hoy lamentablemente está todo paralizado, porque el equipamiento es importado de China y están los mercados cerrados, pero tenemos todo organizado para llegar a los lugares más alejados como El Peligro y la Ruta del Sol».
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